sábado, enero 04, 2020

El Terror que Acecha


Todo empezó hace unos dos años, rondaba el mes de julio y con las vacaciones nos reunimos los cuatro amigos de siempre para organizar un viaje (Rafa, Raul, Javi y yo), después de unos días discutiendo el destino nos decidimos a hacer un viaje a lo mochilero por Europa de aproximadamente un mes.

El día 21 de julio partimos en tren con destino a Francia, después de varios trenes y bastantes horas de viaje llegamos hasta un pueblecito no muy lejos de París (la capital es tremendamente cara) y pasamos algunos días en un pequeño hostal donde casualmente conocimos a tres chicos que hacían lo mismo que nosotros, eran de Almería, Jose, Dani y Quique, nos hicimos amigos enseguida,ya saben que el alcohol hace que uno se vuelva muy amistoso. Al final nuestra amistad se hizo tal que decidimos seguir el viaje todos juntos...

Continuamos viajando hasta principios de Agosto donde llegamos a Budesland Steiermark (Estiria en Austria) donde he visto los mayores y mas alucinantes bosques de mi vida, eran bosques descomunales, espesos y muy verdes.En vista de que el tiempo era bastante bueno decidimos acampar en el bosque en vez de llegar a alguna ciudad o pueblo.

Ahora me arrepiento y me arrepentiré toda mi vida de haber elegido esa opción. Bien pues montamos nuestras tiendas, hicimos una fogata y empezamos a sacar comida y por supuesto bebida (con 23 años uno busca excusas para beber en casi cualquier ocasión), terminamos de cenar y la noche ya nos había envuelto en su oscuro manto, con una luna inmensa y brillante como un foco, evidentemente nosotros continuamos bebiendo y riendo hasta bien tarde, serían las dos de la mañana cuando debido a tanta bebida me entraron unas ganas terribles de ir al servicio...-me estoy meando- dije levantándome, al instante uno de nuestro nuevos amigos (Jose) se levantó diciendo -voy contigo yo también tengo que orinar-.

Si hubiera sabido lo que nos esperaba me habría meado encima...nos alejamos unos 20 metros de las tiendas de campaña porque no queríamos que después oliese mal por la zona, nos pusimos uno al lado de otro a unos 3 metros de distancia, una vez habíamos acabado nos dispusimos a volver cuando oímos un sonido como de ramas entre unos arbustos...debido a nuestra curiosidad y al valor que solo el alcohol puede darte fuimos en dirección al sonido, cuando pasamos el arbusto vimos algo con lo que llevo teniendo pesadillas desde entonces.

Estaba de espaldas de nosotros, y lo que al principio pensamos que era un oso debido a su tamaño y su pelaje pronto se transformó en una imagen de terror....el ser que teníamos delante estaba devorando a un ciervo enorme, de pronto se detuvo, levantó su cabeza y olisqueó el aire, se giró tan rápidamente hacia nosotros que no fui capaz de reaccionar, empezó a acercarse a donde estábamos, muy lentamente, tan despacio que parecía que no se movía...por alguna extraña razón, tal vez el pánico, ni Jose ni yo podíamos decir una palabra o mover nuestro cuerpo para escapar, ese ser nos tenia como hipnotizados, sus ojos brillaban con una malévola intensidad, amarillos con una franja rojiza en el centro, con unos dientes afilados y babosos, tenía unas garras que parecían cuchillas, y andaba perfectamente a dos patas, la criatura se acercó primero a Jose, se acercó tanto que pensé que iban a fundirse en uno, a continuación se alejó de él para acercarse a mi, cuando estuvo a escasos centímetros de mi cara me miró directamente a los ojos y de su boca no salió nada más que baba y aire caliente de su respiración, sin embargo en mi cabeza sentí como si me estuviera hablando, "aún no te toca a ti, aún no" y dicho esto desapareció a tal velocidad que pensé que todo había sido un sueño.

Jose y yo nos miramos muertos de miedo y por arte de magia empezamos a correr como locos hasta llegar al campamento. Contamos a nuestros amigos lo que habíamos visto, y tras unos segundos de silencio empezaron a reírse diciendo que estábamos borrachos, que no bebiéramos más, que vaya historia mas buena habíamos planeado...total que pensaron que todo había sido invención nuestra, incluso yo mismo dudaba de si todo aquello había sido a causa del alcohol, en el fondo de mi alma deseaba terriblemente que hubiese sido así, pero mi cabeza sabia que había sido real...

Prosiguió la noche de juerga (Jose y yo habíamos dejado de beber) y a eso de las 3 y media decidí acercarme y hablar él, le dije como dudando de mis propias palabras -¿Te ha parecido que esa cosa hablaba?- . -No exactamente,- dijo él -no ha dicho nada sin embargo en mi cabeza sentía que podía comunicarme con él-....-y que te ha dicho a ti?-pregunté sin querer saber la respuesta. Pues me ha dicho "Esta noche te toca morir a ti"...

A la mañana siguiente y con una resaca espantosa, despertamos, salimos de las tiendas para recoger nuestras cosas cuando de repente me di cuenta de que no había rastro de Jose, ni siquiera estaba su tienda, ni su mochila, nada parecía como si se lo hubiera tragado la tierra o algo más terrible y abominable que ésta.

Desde ese día, ese maldito día mi vida es una pesadilla...sé que algún día me tocará a mi, y ni yo ni nadie puede hacer nada por evitarlo, no estoy loco, no soy un desquiciado o un psicótico, pero anoche mientras dormía algo me susurró en sueños - "mañana te toca morir a ti" -

1 comentario:

  1. Escalofriante, cuando ellos sabían que iban a morir... Muy empatizada, me he asustado de verdad. Un saludo y a seguir contando historias para el género de terror.

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