A través de la historia el ser humano a tratado de establecer contacto con aquellos seres del más allá y de otras dimensiones. Sesiones y prácticas se realizan para lograrlo, pero hay un objeto dentro de este rubro que, supuestamente, ha traído grandes resultados: La Ouija.
A mediados del siglo XIX se reconfiguró el espiritismo moderno a partir de un suceso en Hydesville, Nueva York. Las hermanas Kate y Margaret Fox pudieron contactar el espíritu de un vendedor ambulante. Esto las llevó a la fama y se convirtió en noticia nacional en Estados Unidos.
Con este hecho surgieron iglesias espiritistas y personas que decían tener un don para poder hablar con los muertos, los llamados “médium”, siendo intermediaros entre el mundo de los vivos y aquellos que han fallecido, creando formas para establecer comunicación. Una de estas era a través de una tabla, el médium y los asistentes ponían los dedos sobre ésta y esperaban a que el espíritu los contactara. La tabla se inclinaba y se movía, con golpes en el suelo indicaba letras del alfabeto revelando un mensaje.
El problema con esos métodos era la lentitud con la cual se descifraban los mensajes, los asistentes se aburrían o, en el caso de la tabla de escritura, las oraciones no eran legibles. Los médiums preferían transmitir los mensajes en un estado alterado de la conciencia llamado “trance”. Otros preferían usar el lápiz directamente con la mano para obtener los mensajes más rápido. También se desarrollaron diversas tablas, como las de disco y los psicografos.
Las tablas de disco se asemejaban a un reloj en donde las letras estaban escritas en toda la orilla. Los espíritus contestaban moviendo la tabla y golpeando el piso, un golpe era “no”, dos golpes eran “no sé” y tres golpes eran un “sí”. Para mensajes más elaborados, los espiritistas decían las letras y los espíritus golpeaban el piso cuando se mencionaba la letra correcta. Aunque este método era más sofisticado, el público lo ignoró por completo y se comercializaron más las tablas de escritura.
Todas estas fueron las vías que se utilizaban como canal para hablar con los del más allá. Sin embargo, en 1886 llegó un artículo que se convertiría en la principal herramienta y atracción: una tabla parlante. Esta era mencionada en el suplemento del New York Tribune y se le describía como una tabla de 18 x 20 pulgadas con las palabras “Sí” y “No” para continuar o detener la conversación y “Hola” y “Adiós” como gestos de cortesía. También consta de una pequeña tabla que mide de 3 a 4 pulgadas, cada persona pone sus dedos en los extremos de la tablita y se inicia la conversación y la tabla se moverá hacia el “Sí” o al “No” para contestar o hacia cada una de las letras para decir un mensaje o una palabra. Lo más especial de este tablero sobre los demás, era que se podía crear fácilmente y no se necesitaba de conocimientos para poder utilizarla.
Esto era algo nuevo y no se sabía quién la había inventado. Por el mismo tiempo, una fábrica de juguetes muy importante llamada W. S. Reed Toy Company en Leominster Massachusetts, creó un tablero similar aunque no tuvo mucho éxito. Fue hasta 1890 cuando se presentó la primera patente del tablero parlante y fue concedida en 1891 nombrando a Elijah J. Bond como inventor, y a William H. A. Maupin y Charles W. Kennard como titulares. Aún cuando Reed ya había fabricado un tablero, estos hombres de Baltimore, Maryland la promocionaron como una novedad.
El nombre que se le dio a este nuevo tablero parlante fue “Ouija”, según Charles Kennard, el nombre surgió después de haber realizado una sesión con la cuñada de Elijah, Miss Peters, en la cual se le preguntó a la tabla que propusiera un nombre para sí, contestando O-U-I-J-A, cuando Kennard preguntó por el significado de esa palabra, el tablero respondió “Buena suerte”. Se creó la empresa Kennard Novelty Company para comercializar la llamada “Ouija”.
En realidad, la palabra proviene de los términos “Oui” y “Ja”, que significan “Sí” en francés y alemán, respectivamente.
Posteriormente, las compañías querían ganar mercado y se reprodujeron “Ouijas” o tableros parlantes con diseño similar, pero bajo diferentes nombres. Unas muy coloridas, otras más sencillas. Actualmente, Hasbro ha creado dos tablas Ouija de edición limitada. En algunos lugares, estas tablas están prohibidas debido a las creencias del pueblo, aunque su fin es sólo entretener.
La Ouija y la perspectiva científica
La pregunta científica brota a partir de las experiencias que se dan al jugar con el tablero “Ouija”… ¿En realidad es un medio para comunicarse con los muertos? ¿Será que le estamos abriendo las puertas a los demonios de nuestra mente?
Una de las explicaciones más comunes que dan los científicos sobre la Ouija es el llamado Efecto ideomotor. El grado de sugestión al utilizar una Ouija es alto, los participantes ponen sus dedos sobre el puntero esperando una respuesta del más allá, si éste se mueve, nadie asegurará que lo ha movido conscientemente. Es ahí cuando el efecto ideomotor entra en juego, ya que consiste en pequeños movimientos musculares que llevamos a cabo inconscientemente.
El fenómeno ha sido estudiado por la Universidad de Columbia Británica en Canadá, la cual indica que el inconsciente juega un papel muy importante en las sesiones espiritistas. Héléne Gauchou y su equipo hicieron un experimento al poner a un individuo frente a la Ouija con los dedos en el puntero.
Pero el efecto ideomotor es más fuerte si crees que no eres responsable de los movimientos, un factor que posee la Ouija al pensar que un ente está detrás, por ello el sujeto es tapado de los ojos indicándole que estará jugando con alguien más. Al iniciar el experimento, el compañero suelta el puntero, dejando al otro solo. De 27 personas, 21 creyeron que el puntero se había movido. Algunos creían que su compañero se trataba de un actor y era él quien lo había movido, jamás aceptaron que fueron ellos mismos.
El Efecto ideomotor se comenzó a estudiar en 1852 cuando William B. Carpenter propuso que la sugestión podía causar movimientos musculares más allá de la voluntad. Esto se ha utilizado para explicar diversos fenómenos paranormales como la comunicación facilitada, la kinesiología aplicada y la sugestión hipnótica.
Las preguntas sobre la Ouija comienzan también al observar el comportamiento de los supuestos espíritus. Estos hablan el idioma de los participantes, las preguntas muy científicas o técnicas no las contestan, poseen un nivel de conocimiento muy parecido a quienes participan y cuando los integrantes del grupo no pueden leer claramente las letras del tablero, los espíritus no responden cosas lógicas.
Mientras que algunos toman este juego muy en serio, otros lo juegan sin preocuparse, pero todos lo hacen bajo un manto de sugestión, quizá esta sea la regla número uno implícita para utilizar la Ouija. ¿Ustedes han jugado?
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