Misterios sin Resolver

-Ingrid

-n -necesito ayuda-

-L-la niña los ha matado a todos necesito que vengan, en estos momentos estoy escondido en el armario pero no falta mucho para que ella me encuentre- -Señor cálmese, díganos donde se encuentra usted--¿Cuál es la situación?-

-Hospital Central, Vengan Rápido-

FIN DE LA LLAMADA

Y pensar que todo fue por esa maldita llamada: Necesito una ambulancia hubo un accidente, Una niña quemada en la vía no se reconoce su identidad -Vamos para alla.

EN EL HOSPITAL

El Dr. Sebastián Estaba atendiendo al paciente quien minutos después diferenciaron era la niña quien llevaba consigo un pato, el pato tenía el pico como si fuera de plástico y los ojos blancos sus dientes eran afilados y estaba muy sucio pero a la niña no se despegaba del aun si estuviera en ese estado. La niña con todo su cuerpo quemado, pero vendada abre los ojos. El Dr. Sebastián al ver esto le pregunta cuál es su nombre, La niña no responde… El Dr. da la vuelta se dirige a la puerta cuando la voz de la niña dice INGRID El Dr. Con miedo voltea Como te llamas -Ingrid- Contesta la niña con una vos macabra, El Dr. Dio una sonrisa pavorida y sale del cuarto…

Fueron pasando los días y la niña se iba recuperando excepto por sus ojos los cuales eran blancos Igual a los del muñeco, Pero algo había extraño en Ingrid que cada vez que alguien se intentaba acercar tan solamente a su habitación se sentía una mal presencia que daba miedo, parecía que el mismísimo Diablo estuviera presente tanto así que ya los enfermeros no entraban a darle la comida, solo se atrevía a pasar el Dr. Sebastián

Semanas Después el Dr. Sebastián le dijo que tenían que hacer unos rayos x para ver como seguía. Ingrid acepto.

Cuando llegaron a la habitación para hacerle los rayos x el Dr. le dijo a Ingrid que debía soltar su muñeco, que nada le iba a pasar, Ingrid responde

El Dr. Sebastián decide hacérselo con el muñeco, Pero cuando los ve se da cuenta que Ingrid no tiene nada, Ni estómago, ni páncreas, ni corazón, Solo se ven sus huesos, Pero había algo raro cuando vio al muñeco, El muñeco SI tenía corazón y demás órganos. Todos salieron pavoridos de ahí, Llevando a Ingrid a su respectiva Habitación – El Dr. Sebastián se acerca y le dice que ya casi puede ir a casa – Ingrid le responde diciendo: Dr. esta es mi casa El Dr. se queda perplejo cuando ve que la sombra de la niña se extiende hasta el techo desdoblándose curveada, El intento del Dr. por hacer algo no funciono Viendo los ojos blancos de Ingrid intento volverse a parar pero otra vez no funciono ya que la sombra lo agarro y desmembró. 

Al oír los gritos del Dr. los enfermeros/as intentaron entrar, Pero no pudieron ya que el miedo no los dejaba, pocos minutos después sale Ingrid con una enorme sonrisa diciendo ¿Quien es el siguiente? Desde su posición se veía el cadáver del Dr. sin pensar más todos corrieron. Al cabo de 1 hora todos estaban ya muertos excepto por 2 quienes se estaban escondiendo al salir de su escondite pudieron verlo todo, Los cuerpos amarrados al techo con sus propios intestinos, pacientes y enfermeros sin ojos, Todos estaban muertos.-¡¡NO!!-Él dice que ustedes nos van a lastimar –

Decidieron llamar a la policía, Cuando una sombra algo curvada se levantó tras ellos y se hoyo una voz Diabólica diciendo ¡¡A QUIEN LLAMAS!! Mientras el cuerpo de uno de ellos desaparece él se lleva el teléfono y se oculta en un armario. Al llegar la policía descubrieron que no quedaba nadie vivo y que todo el hospital estaba lleno de Sangre y cuerpos. 

Totalmente descuartizados o muertos sanguinaria mente se preguntaron quien había poder hacer eso, iban buscando y no encontraron nada, Pero en un armario había un cuerpo de un enfermero con las venas cortadas y que tenía un teléfono en mano y Había una nota, decía lo siguiente: “Aquellos blancos ojos con los que se traspasaba el miedo, cual demonio se ve, Y su muñeco, su muñeco hecho de cuan ternura y amado por sus momento Hace unos años lo más precioso que había, Hoy lo más miedosa y maligno que habrá” La policía no encontró el cuerpo de la niña.

Lo cual para ellos siempre fue un misterio que paso en ese hospital, El hospital cerro y nunca nadie volvió a ese lugar, Dicen los vecinos de la zona que aun en el hospital se pueden oír voces de la niña Corriendo y riéndose por todo el hospital


-La Pesadilla de Toy Story


Las primeras etapas de la producción de la película Toy Story fueron una pesadilla completa. La producción estaba en una especie de desarrollo infernal, hasta el infame incidente del Viernes Negro. Disney acosó al entonces nuevo estudio de animación Pixar constantemente para producir y estrenar la película, y querían resultados lo más rápido posible. Intentó todo para eliminar los esfuerzos de Pixar de desviarse de la fórmula Disney, incluso a veces amenazando con cerrar la producción: les enviaba notas, pensando que mejorarían la película. Insistieron a través de sus notas, las cuales decían:

"Borde. La película necesita más borde".

Las personas que trabajaron en la película asignada lucharon duro para mantener todas las notas y demandas de Disney. Una vez por semana se les exigía dirigirse a las oficinas de Disney para presentar el progreso. Cada vez que los ejecutivos presenciaban los resultados, solo respondían con la misma frase:

"Borde. La película necesita más borde."

Pixar recibió órdenes de Disney de efectuar unos cambios bastante interesantes en la película. Al darle borde, la película se tornó oscura. Woody se convirtió en un personaje desagradable, mucho más enojon y mucho menos cómico que en la película final. El papel de Betty era mucho más frecuente, a menudo coqueteaba con los personajes masculinos y fue la primera en acusar a Woody de empujar a Buzz por la ventana. Buzz Lightyear se llamaba "Lunar Larry" en este punto de la producción, hablando con una voz más grave y siendo aún mucho más iluso e ignorante. Los demás juguetes no sufrieron cambios relevantes. Se dice que las diferencias estéticas eran menores.

Empleados de Pixar trabajaron literalmente las 24 horas del día y 7 días a la semana sin parar. El director, John Lasseter, bromeó en más de una ocasión que tenía la mejor plaza de aparcamiento porque su auto no se había movido por más de tres días. Algunos de los escritores y artistas de la película comenzaron a sufrir de insomnio crónico. Algunos escritores dijeron haber visto visiones de Buzz y Woody burlándose de ellos en su falta de progreso, cantando: "Borde. La película necesita más borde."

Muchos de los escritores iniciales dejaron de fumar debido a la tensión y el estrés que tenían en sus vidas. En noviembre de 1992, únicamente permanecían dos de los cinco escritores y sólo uno de los tres artistas de storyboard.

El artista de storyboard restante fue Ralph Thompson. Se unió al equipo de Pixar en el invierno de 1987, trabajando en cortometrajes como Tin Toy y Knick Knack . Él, en ese mismo tiempo, colaboró en el storyboard de El Extraño Mundo de Jack, junto al también artista Joe Ranft. Joe decayó por una enfermedad grave y no fue a trabajar durante una semana. Ralph trabajó constantemente con el temor de la corrección inevitable de Disney.

"Más borde, más borde". Cada presentación significaba otra cantidad de noches sin dormir, de re-escritura y de volver a dibujar los mismos personajes en la misma habitación una y otra y otra vez. Era enloquecedor.

Una mañana, John Lasseter, Andrew Stanton y otras personas importantes de Pixar llegaron a la oficina y les contaron a todos lo que paso en su última reunión. Disney sentía que las cosas no se veían muy bien para la película y exigió que, en menos de una semana, la película debía ser presentada completa (con Storyboards con audio) y con revisiones masivas. Hubieron gemidos y quejidos por parte del equipo y volvieron al trabajo.

Ralph trabajó más duro que todos los demás. A veces, a las dos de la mañana, uno de los escritores entraba en la oficina de Ralph con un paquete de escenas recién escritas. Más para dibujar. Y más para dibujar significaba más trabajo de voz desde cero. (Cuando una película está todavía en etapas de escritura/storyboard, los artistas le ponen voces temporales).

Él decía que oía constantemente en su cabeza voces que le ordenaban: "¡Más! ¡Más borde! ¡Más! ¡Más! ¡Queremos resultados, gente! ¡Más! ¡Esto es un negocio! ¡Más Rápido! ¡Más borde! ¡Muévanse, ya!

Pensó que cuando Disney le exigía una película con más borde, esta debía ser más oscura, más cínica. Se necesitaba más humor adulto y situaciones propias de adultos. Se necesitaba actitud. Claro. Ralph, maldito retrasado ¿como no pudiste darte cuenta de eso antes?. Borde. Cientos de horas inclinado sobre un escritorio, y todo lo que necesitaba era borde. ¿Por qué no escuchaste antes?.

Una semana después, los reels fueron trasladados de nuevo con el equipo principal a las oficinas centrales en Disney. Fue un 27 de Noviembre del año 1992, Viernes Negro en Estados Unidos. La película fue llevada a la sala de proyección de Disney. El reel constaba de unos 48 y ½ minutos de duración. La película empezó: Andy jugaba a los disparos con Woody. Se dio a entender que se trataba de que la película ocurría en la mente de Andy. La película continuó con pequeños problemas aproximadamente los primeros veinte minutos más o menos, aunque varios gags no parecían adquirir el tono general de la película. Por ejemplo, durante una escena, el Señor Cara de Papa se extrajo uno de sus ojos y lo pateó, situándolo debajo del vestido de Betty para mirar por debajo de él. Habían varias escenas de Woody gritandole a los juguetes que ya no se preocuparán por Buzz (Larry) y que le prestaran atención a él, culminando en insultos y actos menores de violencia.

La escena viene cuando Andy lleva solo un juguete a Pizza Planeta y Woody lanza a Buzz accidentalmente por la ventana. En esta versión era diferente: Woody le daba un apretón de manos a Buzz (Larry). Cuando Buzz (Larry) le da la mano como respuesta, él lo tira por la ventana. Se escucha un ruido rotundo. Los demás juguetes se sorprenden y se enojan con Woody por lo que acababa de hacer. Woody muestra poco remordimiento y le grita a Slinky para que los juguetes dejen de acosarlo. Después de mucho gritar, uno de los soldaditos de juguete aparece diciendo la palabra: "¡Maldita sea!". Los juguetes toman entre todos a Woody y lo arrojan por la ventana también. Las voces de los juguetes festejando se escuchaban desde el interior de la casa. Él cae al suelo con un golpe bajo. La calidad de los storyboards se pierde.

Woody se levanta y ve a Buzz (Larry). Su cuerpo se había roto con el impacto. Sus brazos y piernas fueron desgajados y se situaban a sólo unos centímetros de distancia. Tenia una gran grieta en el medio de su pecho que revelaba un lío de botones y cables en el interior. Se escuchaba una especie de sonido eléctrico en su cabeza la cual se movía como loca, sus ojos se veían como si estuvieran a punto de salirse de sus órbitas de plástico. El sonido eléctrico se detiene después de unos momentos; Woody se asusta de lo que le ha hecho a Buzz y sale corriendo.

La escena se corta y avanza hasta la parte en la que los dos se quedan atascados en la máquina de la garra en Pizza Planeta. El arte del guión gráfico vuelve a su nivel normal de calidad. La máquina estaba llena de gafas de sol de pizza y no de los aliens de la película terminada. Buzz estaba completamente ileso e intacto. La escena es casi literalmente el final de la película. Sid, el antagonista, se acerca al juego y se pone a controlar la garra. Se veía diferente, en lugar de llevar una camiseta negra con una calavera estampada, vestía una camiseta de color amarillo y fumaba tres cigarrillos a la vez. La garra apresa a Woody y a Buzz, y luego Sid se posesiona de ellos.

La escena se corta nuevamente. Una vez más retorna al estilo empobrecido. La escena ocurre en el interior de la habitación de Sid. Woody mira alrededor con miedo, caminando de puntillas por la habitación, pero se desmaya después de ver uno de los juguetes mutantes de Sid.

El reel ahora mostraba animación de prueba que no tenía nada que ver de los personajes corriendo. Buzz (Larry) corriendo, Woody corriendo y luego los dos corriendo cerca de un minuto. Las imágenes se distorsionaban y aparecía un texto en español en la parte inferior de la pantalla que decía: "Parecía plastilina que cobraba vida."

Ahora había una imagen de Woody de pie delante de un fondo negro y la pelota Pixar rodando en la distancia. La animación ahora correspondía al estilo de animación tradicional de una típica película 2D de Disney. Woody estaba completamente desnudo, con características anatómicamente correctas, mirando directamente a la cámara. Su carne comenzaba a pudrirse con la excepción de sus ojos que permanecían intactos. Woody comienza a gemir en voz baja, lo que quedaba de sus labios comenzó formar una sonrisa, trozos de su cuerpo se despegaban. Levanta su brazo en descomposición, clava sus dedos en sus ojos, sangre oscura brotaba fuera de sus órbitas. Woody comienza a gritar y a gruñir:

"¿No te gusta? ¿no te gusta? ¿no lo amas?".

Woody se mete los dedos en sus ojos tan profundamente que extrae toda la mitad superior de su cabeza. Da un suspiro y empieza a comer la carne de su cráneo antes de arrojarlo. Escribe la palabra "borde" en la pantalla con sus dedos podridos.

El resto de los 15 minutos del reel eran garabatos de lápiz, acompañados por gritos estridentes de una mujer joven. La palabra "borde" quedo en la pantalla. La proyección cesó en completo silencio. El presidente de Disney en ese momento, Jeffrey Katzenberg, salio de la proyección y les dijo en voz baja a sus colegas: "Las notas, ellos siguieron todas las notas que nosotros les dimos".

Al regresar a la oficina de escritor, Pete Docter encontró el cuerpo de Ralph Thompson en una enorme pila de papel en su oficina. Un análisis más detallado reveló que la causa de la muerte fue un ataque al corazón provocado por la falta de sueño y el estrés. Los papeles mostraban todos los storyboards y las células de la animación de la escena coherente definitiva de Woody. La palabra borde garabateada en la parte posterior de cada uno.

Tras la proyección del Viernes Negro, Disney estaba menos involucrado con la película. Se le dio la libertad a Pixar de hacer la película a su manera, la cual cosechó un enorme éxito tanto crítico como financiero. El incidente del Viernes Negro sigue siendo todo un misterio.


-Las Sombras del Horror


Muchos hombres han contado cosas espantosas, no referidas en letra impresa, que sucedieron en los campos de batalla durante la Gran Guerra. Algunas de estas cosas me han hecho palidecer; otras me han producido unas náuseas incontenibles, mientras que otras me han hecho temblar y volver la mirada hacia atrás en la oscuridad; sin embargo, creo que puedo relatar la peor de todas: el espantoso, antinatural e increíble horror de las sombras.

En 1915 estaba yo como médico con el grado de teniente en un regimiento canadiense en Flandes, siendo uno de los numerosos norteamericanos que se adelantaron al gobierno mismo en la gigante contienda. No había ingresado en el ejército por iniciativa propia, sino más bien como consecuencia natural de haberse alistado el hombre de quien era yo ayudante indispensable: el célebre cirujano de Bolton, doctor Herbert West. 

El doctor West se había mostrado siempre deseoso de poder prestar servicio como cirujano en una gran guerra; y cuando dicha posibilidad se presentó, me arrastró consigo en contra de mi voluntad. Había motivos por los que yo me hubiera alegrado de que la guerra nos separase; motivos por los que encontraba la práctica de la medicina y la compañía de West cada vez más irritante; pero cuando se marchó a Ottawa, y consiguió por medio de la influencia de un colega una plaza de comandante médico, no me pude resistir a la autoritaria insistencia de aquel hombre decidido a que le acompañase en mi calidad habitual.

Cuando digo que el doctor West estuvo siempre ansioso de poder servir en el campo de batalla no me refiero a que fuese guerrero por naturaleza ni a que anhelase salvar la civilización. Siempre había sido una fría máquina intelectual; flaco, rubio, de ojos azules y con gafas; creo que se reía secretamente de mis ocasionales entusiasmos marciales y de mis críticas a la indolente neutralidad. Sin embargo, había algo en la devastada Flandes que él quería; y a fin de conseguirlo, tuvo que adoptar aspecto militar. 

Lo que pretendía no era lo que pretenden muchas personas, sino algo relacionado con la rama particular de la ciencia médica que él había logrado practicar de forma completamente clandestina y en la cual había conseguido resultados asombrosos y, de vez en cuando, horrendos. Lo que quería no era otra cosa, en realidad, que abundante provisión de muertos recientes, en todos los estados de desmembramiento.

Herbert West necesitaba cadáveres frescos porque el trabajo de su vida era la reanimación de los muertos. Este trabajo no era conocido por la distinguida clientela que había hecho crecer rápidamente su fama, a su llegada a Boston; en cambio yo lo conocía demasiado bien, ya que era su más íntimo amigo y ayudante desde nuestros tiempos de la Facultad de Medicina, en la Universidad Miskatonic de Arkham. Fue en aquellos tiempos de la universidad cuando inició sus terribles experimentos, primero con pequeños animales y luego con cadáveres humanos conseguidos de manera horrenda. Había obtenido una solución que inyectaba en las venas de los muertos; y si eran bastante frescos, reaccionaban de maneras extrañas. 

Había tenido muchos problemas para descubrir la fórmula adecuada, pues cada tipo de organismo necesitaba un estímulo especialmente apto para él. El terror lo dominaba cada vez que pensaba en los fracasos parciales: seres atroces, resultado de soluciones imperfectas o de cuerpos insuficientemente frescos. Cierto número de estos fracasos habían seguido con vida (uno de ellos se encontraba en un manicomio, mientras que otros habían desaparecido); y como él pensaba en las eventualidades imaginables, aunque prácticamente imposibles, se estremecía a menudo, debajo de su aparente impasibilidad habitual. West se había dado cuenta muy pronto de que el requisito fundamental para que los ejemplares sirviesen era su frescura, así que había recurrido al procedimiento espantoso y abominable de robar cadáveres. 

En la universidad, y cuando empezamos a ejercer en el pueblo industrial de Bolton, mi actitud respecto a él había sido de fascinada admiración; pero a medida que sus procedimientos se hacían mas osados, un solapado terror se fue apoderando de mí. No me gustaba la forma en que miraba a las personas vivas de aspecto saludable; luego, ocurrió aquella escena de pesadilla en el laboratorio del sótano, cuando me enteré de que cierto ejemplar aún estaba vivo cuando West se había apoderado de él. Fue la primera vez que había podido revivir la función del pensamiento racional en un cadáver; y este éxito, conseguido a costa de semejante abominación, lo había endurecido por completo.

No me atrevo a hablar de sus métodos durante los cinco años siguientes. Seguí a su lado por puro miedo, y presencié escenas que la lengua humana no podría repetir. Gradualmente, llegué a darme cuenta de que el propio Herbert West era más horrible que todo lo que hacía... fue entonces cuando comprendí claramente que su celo científico por prolongar la vida, en otro tiempo normal, había degenerado sutilmente en una curiosidad meramente morbosa y macabra y en una secreta complacencia en la visión de los cadáveres. 

Su interés se convirtió en perversa afición por lo repugnante y lo diabólicamente anormal; se recreaba con tranquilidad en monstruosidades artificiales ante las que cualquier persona en su sano juicio caería desvanecida de repugnancia y de horror; detrás de su pálido intelectualismo, se convirtió en un exigente Baudelaire del experimento físico, en un lánguido Heliogábalo de las tumbas. Afrontaba imperturbable los peligros y cometía crímenes con impasibilidad. Creo que el momento crítico llegó al comprobar que podía restituir la vida racional, y buscó nuevos ámbitos que conquistar experimentando en la reanimación de partes seccionadas de los cuerpos. 

Tenía ideas extravagantes y originales sobre las propiedades vitales independientes de las células orgánicas y los tejidos nerviosos separados de sus sistemas psíquicos naturales; y obtuvo ciertos resultados espantosos preliminares en forma de tejidos imperecederos, alimentados artificialmente a partir de huevos semiincubados de un reptil tropical indescriptible. 

Había dos cuestiones biológicas que ansiaba terriblemente establecer: primero, si podía darse algún tipo de conciencia o actividad racional sin cerebro, en la médula espinal y en los diversos centros nerviosos; y segundo, si existía alguna clase de relación etérea, intangible, distinta de las células materiales, que uniese las partes quirúrgicamente separadas que previamente habían constituido un solo organismo vivo. Todo este trabajo científico requería una prodigiosa provisión de carne humana recién muerta... y esa fue la razón por la que Herbert West participó en la Gran Guerra.

El horrendo y abominable suceso ocurrió una medianoche, a finales de marzo de 1915, en un hospital de campaña detrás de las líneas de St. Eloi. Aún ahora me pregunto si no fue meramente la diabólica ficción de un delirio. West se había montado un laboratorio particular en el lado este del edificio que se le había asignado provisionalmente, alegando que deseaba poner en práctica nuevos y radicales métodos para el tratamiento de los casos de mutilación hasta ahora desesperados. Allí trabajaba como un carnicero, en medio de su sanguinolenta mercancía. Jamás llegué a acostumbrarme a la ligereza con que él manejaba y clasificaba determinado material. 

A veces hacía verdaderas maravillas de cirugía en los soldados; pero sus principales satisfacciones eran de carácter menos público y filantrópico, y se vio obligado a dar muchas explicaciones acerca de ruidos extraños aún en medio de aquella babel de condenados, entre los que había frecuentes disparos de revólver... cosa corriente en un campo de batalla, aunque completamente inusitada en un hospital. Los ejemplares reanimados por el doctor West no reunían condiciones para recibir una larga existencia ni ser contemplados por un amplio número de espectadores. 

Además del humano, West utilizaba gran cantidad de tejido embrionario de reptiles que él cultivaba con resultados singulares. Era mejor que el material humano para conservar con vida los fragmentos privados de órganos, y esa era ahora la principal actividad de mi amigo. En un oscuro rincón del laboratorio, sobre un extraño mechero de incubación, tenía una gran cuba tapada, llena de esa sustancia celular de reptiles que se multiplicaba y crecía de forma borboteante y horrenda.

La noche de que hablo teníamos un ejemplar nuevo y espléndido: un hombre físicamente fuerte y a la vez de tan elevada inteligencia, que nos garantizaba un sistema nervioso sensible. Resultaba irónico; porque se trataba del oficial que había ayudado a que se le concediese a West su destino, y que ahora tenía que haber sido nuestro socio. Es más; en el pasado, había estudiado secretamente la teoría de la reanimación bajo la dirección de West. El comandante Eric Moreland Clapman-Lee, D.S.O., era el mejor cirujano de nuestra división, y había sido designado precipitadamente al sector de St. Eloi cuando llegaron al cuartel general noticias del recrudecimiento de la lucha. Efectuó el viaje en un avión pilotado por el intrépido teniente Ronald Hill, sólo para ser derribado precisamente en el punto de su destino. 

La caída fue tremenda y espectacular, Hill quedó irreconocible; en cuanto al gran cirujano, el accidente le seccionó la cabeza casi por entero, aunque el resto del cuerpo estaba intacto. West se apoderó ansiosamente de aquel despojo inerte que había sido su amigo y compañero de estudios; me estremecí al verle terminar de separar la cabeza, colocarla en la diabólica cuba de pulposo tejido de reptiles con objeto de conservarla para futuros experimentos, y seguir manipulando el cuerpo decapitado sobre la mesa de operaciones. Inyectó sangre nueva, unió determinadas venas, arterias y nervios del cuello sin cabeza, y cerró la horrible abertura injertando piel de un ejemplar no identificado que había llevado uniforme de oficial. 

Yo sabía lo que pretendía: comprobar si este cuerpo sumamente organizado podía dar, sin cabeza, alguna señal de la vida mental que había distinguido a Eric Moreland Clapman-Lee, estudioso en otro tiempo de la reanimación. Este tronco mudo era ahora requerido espantosamente a servir de ejemplo.

Aún puedo ver a Herbert West bajo la siniestra luz de la lámpara, inyectando la solución reanimadora en el brazo del cuerpo decapitado. No puedo describir la escena, me desmayaría si lo intentara, ya que era enloquecedora aquella habitación repleta de horribles objetos clasificados, con el suelo resbaladizo a causa de la sangre y otros desechos menos humanos que formaban un barro cuyo espesor llegaba casi hasta el tobillo, y aquellas horrendas anormalidades de reptiles salpicando, burbujeando y cosiendo sobre el espectro azulenco y vacilante de llama, en un rincón de negras sombras. 

El ejemplar, como West comentó repetidas veces, poseía un sistema nervioso espléndido. Esperaba mucho de él; y cuando empezó a manifestar leves movimientos de contracción, pude ver el interés febril reflejado en el rostro de West. Creo que estaba preparado para presenciar la prueba de su cada vez más sólida opinión de que la conciencia, la razón y la personalidad pueden subsistir independientemente del cerebro... de que el hombre no posee un espíritu central conectivo, sino que es meramente una máquina de materia nerviosa en la que cada sección se encuentra más o menos completa en sí misma. 

En una triunfal demostración, West estaba a punto de relegar el misterio de la vida a la categoría de mito. El cuerpo ahora se contraía más vigorosamente; y bajo nuestros ojos ávidos, empezó a jadear de forma horrible. Agitó los brazos con desasosiego, alzó las piernas y contrajo varios músculos en una especie de contorsión repulsiva. Luego, aquel despojo sin cabeza levantó los brazos en un gesto de inequívoca desesperación... de una desesperación inteligente, que bastaba para confirmar todas las teorías de Herbert West. Evidentemente, los nervios recordaban el último acto en vida del hombre: la lucha por librarse del avión que se iba a estrellar.


El cuerpo de la mesa se levantó con un movimiento ciego, vacilante, terrible; y oímos un sonido gutural. No me atrevo a decir que se trataba de una voz, porque fue demasiado espantoso. Sin embargo, lo más horrible no fue su cavernosidad. Ni tampoco lo que dijo, ya que gritó tan solo:No sé exactamente qué fue lo que siguió. 

Tal vez se trata sólo de una alucinación provocada por la impresión que sufrí en aquel instante al iniciarse el bombardeo alemán que destruyó el edificio... ¿quién sabe, ya que West y yo fuimos los únicos supervivientes? West prefería pensar que fue eso, antes de su reciente desaparición; pero había ocasiones en que no podía, porque era extraño que sufriéramos los dos la misma alucinación. El horrendo incidente fue simple en sí mismo, aunque excepcional por lo que implicaba.

-¡Salta, Ronald, por Dios! ¡Salta!

Lo espantoso fue su procedencia: porque brotó de la gran cuba tapada de aquel rincón macabro de oscuras sombras.


-El Misterioso Castillo Houska


Miles de historias de fantasmas son contadas alrededor del mundo. Estas toman lugar en casas, bosques, hospitales, pero las más aterradoras y misteriosas son aquellas relacionadas a los castillos. Estas son muy antiguas y hasta ahora siguen siendo una atracción escalofriante para los turistas y estudiosos de lo paranormal. Por ejemplo, los sucesos extraños del castillo Houska, donde algunos dicen que se encuentra la puerta al infierno.

El Castillo Houska es de estilo gótico y se ubica en la República Checa al norte de Praga conservándose en muy buen estado. Cuenta con una capilla gótica y una habitación verde con pinturas del mismo estilo. Fue construido en el Siglo XIII quizá por orden de Otakar II de Bohemia con el fin de que el estado real trabajara desde ahí. Posteriormente, pasó a manos de la aristocracia, cambiando de dueño constantemente.

Sin embargo, las historias sobre este lugar son más antiguas que el castillo en sí. El primer edificio que se construyó ahí fue un fuerte de madera en el Siglo IX, según indica Václav Hájek en su Crónica Checa en 1541, en donde también menciona una leyenda que cuenta la historia de una extraña grieta en la parte superior de una caliza, la cual era un enorme hoyo que parecía no tener fin y donde se reportan extrañas apariciones. Los lugareños comenzaron a llamarlo el agujero al Infierno y evitaban pasar por ahí en la noche. Contaban que criaturas mitad hombres-mitad animal salían de ahí para matar ganado y causar caos durante la noche, por lo que cualquiera que caminara por ahí estaba en peligro pudiendo ser convertido en un monstruo.

¿Pero qué tiene de raro entonces? El castillo está construido en una zona en la que, según arqueólogos, no había fuentes de agua, no había nada qué proteger, no estaba cerca de alguna frontera y no fue el castillo de un rey. Otros datos curiosos son que el sistema de defensa está dirigido hacia el interior, no había modo de llegar al primer piso ya que no hay escaleras; muchas de las ventanas que se ven afuera no tienen ninguna habitación detrás. En la capilla se pueden observar pinturas de demonios y dragones siendo combatidos. Y lo que más sostiene el misterio de este recinto es el pozo sin fondo sobre el cual se construyó la capilla el cual es “La Puerta del Infierno” de donde salían monstruos alados y bestias mitad hombres, mitad animales.

La gente de la localidad se dispuso a tapar el hoyo con piedras sin tener éxito, ya que el agujero se tragaba todo lo que entraba. Se dice que un duque del clan Dubá le ofreció a un prisionero el perdón completo si dejaba que lo bajaran por el agujero con una cuerda y reportara todo lo que viera. El hombre aceptó y descendió, a poca distancia todo era silencio, pero después comenzó a gritar sin control, fue subido a la superficie y los presentes se dieron cuenta de que el cabello del prisionero se había vuelto blanco y había enloquecido. Se cuenta que esto se repitió varias veces con diferentes personas, obteniendo el mismo resultado.

Entre 1270 y 1280 se llevó a cabo la edificación del castillo. La grieta fue cubierta con planchas de piedra levantando la capilla sobre él para sellar el hoyo al Infierno. Esta construcción fue dedicada al Arcángel Miguel, líder del ejército de Dios que pelea contra las hordas infernales. Diversas pinturas fueron puestas dentro de la capilla, algunas de estas son las más antiguas de toda Europa que datan del año 1400. Unas de ellas muestran al arcángel Miguel y otras son sobre la Crucifixión. Sin embargo, hay una que llama más la atención debido a que es diferente a aquellas de la misma época. En ella se puede ver una criatura cuya parte superior es una mujer y el resto es un caballo. Las pinturas sobre centauros no son comunes en las iglesias debido a su fondo pagano y mucho menos que éste sea sobre una mujer arquera zurda (ser zurdo en la Edad Media se relacionaba con Satán) apuntando hacia una figura humana.

Por el año 1836, el poeta Karel Hynek Mácha pasó una noche en el castillo y después escribió una carta a su amigo Edward Hindle en la cual relataba las extrañas visiones que tuvo a través de sus sueños en donde descendía por el hoyo. Más tarde, los Nazis tomaron el castillo, no se sabe para qué lo hicieron dado que destruyeron toda evidencia al retirarse de Bohemia, pero el lugar no era de importancia estratégica. Algunos cuentan que su estadía en el recinto estaba relacionada a sus prácticas basadas en el Ocultismo. En diversas remodelaciones se han encontrado esqueletos de oficiales Nazis ejecutados. Después de la guerra se tuvo que hacer una limpieza profunda del castillo y los actuales propietarios prohíben cualquier excavación temiendo encontrar explosivos de los Nazis.

Este no es el único punto extraño sobre el castillo. Cientos de años después durante el Siglo XVII en medio de la Guerra de los 30 años, el castillo estaba vacío, por lo que fue ocupado por un líder sueco de una banda de ladrones llamado Oronto, de quien también se decía que era un brujo negro y alquimista que practicaba experimentos desagradables en el castillo. El peligro se hizo presente en los pueblos aledaños hasta que dos cazadores le dispararon a Oronto desde afuera del lugar mientras estaba en su laboratorio tratando de encontrar el elixir de la vida eterna.

Además de todo lo anterior, en el castillo Houska también se reportan fenómenos paranormales. Algunos cuentan que han visto un caballo sin cabeza, una mujer en vestido antiguo que se asoma por la ventana, en el sótano se cree que hay restos de bestias que han emergido del hoyo. También se ha visto a un enorme perro negro con rasgos humanos.

Muchos “investigadores” de lo paranormal, extraterrestres y de lo oculto han visitado el castillo para probar la veracidad de “La Puerta Al Infierno”. Algunos indican que el castillo Houska fue construido de acuerdo a principios de la Geometría Sagrada por lo que el lugar puede ser una puerta de teletransportación o para viajar en el tiempo. Sean demonios o historias medievales, la ubicación y la historia detrás del Castillo Houska lo hace uno de los lugares más misteriosos del mundo… ¿o quizá la entrada al infierno?


-El Misterio del "Pan maldito" de Pont-Saint-Esprint

Me gustaría saber por qué…

El 17 de agosto, las consultas de los tres médicos que tenía el pueblo se llenaron de vecinos aquejados de síntomas similares; dolores de cabeza y estómago, náuseas y vómitos, mareos… todo parecía apuntar a una intoxicación colectiva por la ingesta de algún alimento. Los médicos no tardaron en cerrar el cerco de la intoxicación en el pan de una de las dos panaderías del pueblo, la panadería de Roch Briand.Transcurrían los calurosos días de agosto de 1951 en el tranquilo y pintoresco pueblo de Pont-Saint-Esprit, en el sur de la Francia rural. La pequeña villa, situada a las orillas del Ródano, se recuperaba lentamente de las penurias de la guerra y en los campos, los olivos y las viñas volvían a lucir como en sus mejores tiempos. La economía local, con ayuda del plan Marshall americano, comenzaba a salir a flote y todo hacía presagiar que los malos tiempos ya habían quedado atrás. Hasta que algo sucedió en el pueblo que quebró por completo la recién estrenada felicidad.

Pero lo que en un principio parecía una simple intoxicación se tornó en unas horas en algo nunca visto por los doctores. Muchos de los enfermos comenzaron a mostrar síntomas más preocupantes como convulsiones y alucinaciones. Una extraña locura se apoderó de cientos de personas que corrían, gritaban y se agitaban sin control.

El Dr. Gabbai solicitó la ayuda del profesor Gerald de la Facultad de Medicina de Montpellier para intentar, entre todos, hallar una solución al problema. Mientras tanto se sucedían en las calles y casas del pueblo los primeros intentos de suicidio y… las primeras muertes.

Apenas unos días después del primer brote, los infectados llegaban casi a trescientos.

Entre los enfermos los casos de alucinaciones tenían cada vez consecuencias más catastróficas. Un enfermo con la mirada perdida repetía sin cesar que él ya estaba muerto, una niña veía continuamente a un tigre que quería atacarla, un muchacho de 11 años trataba de estrangular a su propia madre, otro creía que tenía serpientes en su estómago, un hombre saltaba desde un segundo piso al grito de “¡Soy un avión!”, algunos se veían rodeados de llamas e incluso un hombre pensaba que de su cuerpo brotaban flores rojas.

Las ambulancias no daban abasto para transportar a los enfermos más graves a los hospitales cercanos. Todos hacían lo que podían pero en la población se había instaurado un pánico colectivo que hacía casi imposible la más mínima organización.

La noche del 24 de agosto fue calificada por uno de los médicos como “mi noche del Apocalipsis”. Otro de los médicos, el Dr. Fuller comentó acerca de aquella noche “toda aquella noche, coches, carretas, todo tipo de medios de transporte trajeron al hospital a enfermos gimientes o aulladores, presa de visiones de violencia o de miedo”.

Pasado lo peor, se hizo balance de los afectados. Los informes de la época reportan a casi trescientos infectados de mayor o menor gravedad que fueron atendidos en el mismo pueblo o en los hospitales más cercanos.

Según las fuentes, entre cinco y siete personas perdieron la vida, cuatro de ellos suicidándose a causa de las alucinaciones y el resto por paradas cardio-respiratorias. La mayoría de los afectados se recuperaron de la intoxicación en unas semanas sin mayores consecuencias, pero entre cincuenta y sesenta personas hubieron de ser ingresadas en distintos hospitales psiquiátricos pasando allí, algunos de ellos, el resto de su vida.

¿Qué ocurrió durante aquellos días de agosto en Pont-Saint-Esprit?

¿Qué fue lo que indujo a esa locura momentánea a cientos de personas?

En un principio la confusión fue total y todos tenían alguna teoría para explicar lo sucedido en el pueblo. Primero se acusó al panadero, un antiguo candidato del Rassemblement du peuple français (RPF), protegido de un consejero del general de Gaulle, luego a su ayudante, al agua de las fuentes, a las modernas máquinas de batir, a potencias extranjeras, a la guerra bacteriológica, al diablo, a la Compañía Nacional de Ferrocarriles Franceses, al Papa, a Stalin, a la Iglesia e incluso a las nacionalizaciones.

La prensa local, a falta de un diagnóstico claro de la enfermedad, exigía conocer la identidad de la persona o personas responsables del mal. Como respuesta, las autoridades llegaron a ordenar la detención de un molinero de Poitiers, que se encargaba del abastecimiento de la harina empleada en Pont-Saint-Esprit, y fue encarcelado en Nîmes sin tener en cuenta que el pan que se elaboró en la otra panadería del pueblo se hizo con la misma harina y, en cambio, los que lo comieron no sufrieron el contagio.

El ergotismo es una enfermedad que sobreviene como consecuencia de la ingesta de pan —especialmente de centeno— infectado por cornezuelo (Claviceps purpurea), un hongo parásito que ataca a los cereales, y uno de cuyos alcaloides principales es el ácido lisérgico. Fue el Dr. Thullier quien en 1670 relacionó la sintomatología observada con la intoxicación accidental por cornezuelo.Todos recordaron en aquella época los brotes de Coreomanía que se sucedieron en el norte de Europa tiempos atrás en los que centenares de personas sufrieron unos extraños contagios a causa del cornezuelo del centeno, y que les hacían bailar hasta caer exhaustos. (Hace un tiempo escribimos acerca de la Coreomanía o “Baile de San Vito”), y según parece, el origen de los ataques alucinatorios de este lugar también fueron causados por este mismo hongo.

Desde entonces, los médicos han distinguido tres formas principales de ergotismo: gangrenoso, convulsivo y alucinógeno. Y éste fue el diagnóstico final que se dio al brote de Pont-Saint-Esprit, dando el caso médico por zanjado, pese a que a muchos no les convenció demasiado esta idea mientras se preguntaban el porqué el brote había sido tan localizado y no había afectado a los pueblos de los alrededores, consumidores de harina de la misma procedencia.

En este punto y antes de pasar a tiempos más actuales haré un pequeño inciso en la visita al lugar desde Suiza de Albert Hofmann, descubridor o “inventor” del LSD en 1938, que acudió al pueblo en un intento de dar explicación para el repentino ataque de locura.

Pasaron los años y el tema fue quedando en el olvido, esporádicamente algún investigador lo rescataba para exponer sus propias hipótesis como la de R. L. Bouchet que aventuró la posibilidad de que la intoxicación fuera provocada por la presencia de metilo de mercurio, un agente fungicida actualmente prohibido pero empleado en el cultivo de los cereales durante los años 50. Otra hipótesis fue la de C. Moreau que apuntó a que el causante de la enfermedad fue el Aspergillus fumigatus, un moho que afecta a los cereales.

Pero los episodios epidémicos de Pont-Saint-Esprit vuelven a los titulares en la actualidad por otra hipótesis bastante más alarmante y atrevida. Una hipótesis que acusa directamente a la CIA como causante de la infección.

El periodista estadounidense Hank Albarelli publicó en 2009 un libro que recoge los resultados de su investigación sobre experimentos secretos que la CIA llevó a cabo en el período de la Guerra Fría. Según el periodista, ampliamente citado por la prensa francesa, el “pan maldito” de Pont-Saint-Esprit contenía dietilamida de ácido lisérgico, o LSD, que la CIA pretendía examinar sus efectos.

Supuestamente, la CIA quiso primero esparcir el LSD sobre Pont-Saint-Esprit desde el aire, pero el método no funcionó, así que la sustancia fue agregada finalmente a la harina de pan. Ciertos colaboradores de la farmacéutica suiza Sandoz, que inventó el LSD en 1938, hacen referencia al “secreto de Pont-Saint-Esprit” y a “dietilamida” en una conversación con agentes de la CIA que Albarelli reproduce en su libro.

Parece ser que el libro está muy bien documentado y que Albarelli habría recopilado información confidencial que apuntaría claramente hacia este hecho. Tal es así que el gobierno francés, tras la publicación del libro, ha exigido explicaciones al gobierno de los EE.UU.En el libro titulado “Un error terrible: El asesinato de Frank Olson y experimentos secretos la CIA durante la Guerra Fría”, Albarelli no se muerde la lengua y asegura sin tapujos que la SOD (Departamento Especial de Operaciones) y la CIA (Agencia Central de Inteligencia), realizaron en este pequeño pueblo un experimento biológico y que lo hicieron ante las narices de los servicios secretos franceses.

Según parece, los laboratorios Sandoz en Suiza habrían sido los suministradores de LSD tanto del Ejército como de la CIA. Los experimentos con alucinógenos tenían como fin el control mental de la población y habrían estado dirigidos por la División de Operaciones Especiales de Alto Secreto del Ejército de los EE.UU en Fort Detrick, Maryland. En un principio estaba programado realizar el experimento en el metro de Nueva York, pero las incertidumbres y los miedos de que tal afrenta al pueblo americano saliera a la luz hicieron que cambiaran los planes. Cuanto más lejos mejor y ¿Por qué no? Un pequeño pueblo de la Provenza francesa al que nadie prestaría demasiada atención y donde, precisamente, acudiría Albert Hofmann para supuestamente prestar ayuda y, ya de paso, realizar el informe sobre los efectos en la población del experimento.

A priori puede parecer una acusación bastante arriesgada, pero las fechas cuadran bastante bien. Pocos años después comienzan en EE.UU los experimentos controlados con voluntarios para ver los efectos de las drogas psicoactivas, especialmente el LSD, psilocibina, mescalina, la cocaína, la alfa-metiltriptamina y N-dimetiltriptamina. Todos recordaréis sin duda la famosa novela y película “Alguien voló sobre el nido del cuco“, que se inspiró precisamente en estos experimentos.

Albarelli dijo que la verdadera “pistola humeante” era un documento que la Casa Blanca envió a los miembros de la Comisión Rockefeller creada en 1975 para investigar abusos de la CIA. Contenía los nombres de un número de ciudadanos franceses que habían sido secretamente contratados por la CIA y hacía referencia directa al “incidente de Pont-Saint-Esprit.” En su afán por investigar al LSD como un arma ofensiva, Albarelli denunció además que el Ejército de los EE.UU drogó a más de 5.700 militares estadounidenses que no fueron voluntarios entre 1953 y 1965.

Los habitantes de Pont-Saint-Esprit todavía quieren saber por qué se vieron afectados por tales escenas apocalípticas. “En ese momento la gente especuló con la teoría de un experimento destinado a controlar una revuelta popular”, dijo Charles Granjoh, de 71 años.

“Casi estiro la pata”, dijo a la revista francesa Les Inrockuptibles. “Me gustaría saber por qué.”

¿Podrá el anciano Granjoh saber esa verdad algún día?


-Los Ángeles de Mons

Nunca antes había ocurrido un enfrentamiento militar como ocurrió en la Primera Guerra Mundial, dejando más de 10 millones de muertos y ciudades destruidas e innumerables historias extrañas y enigmáticas.

Relatos de fenómenos y hechos inexplicables que acontecieron a los soldados que se encontraban en el frente conmocionaron a la opinión publica. Tal vez el relato más conocido sea el de los llamados Ángeles de Mons. Los rumores sobre lo ocurrido en el desenlace de la batalla de Monsel, 26 de agosto de 1914, van más allá del simple relato de los combates para convertirse en una historia épica rodeada de un halo de leyenda en la que intervinieron poderes sobrenaturales.

El ejército británico al mando del general John French, había desembarcado en Francia para luchar en la región de las Ardenas contra el ejército del imperio alemán, bastante más numeroso. El 23 de agosto French tuvo que retirarse tras una violenta batalla con la intención de agruparse y atacar de manera contundente a los alemanes, pero esa noche sus superiores le ordenan replegarse hacia el sur, dejando al descubierto el flanco de su ejército y expuesto a un ataque seguro que causaría multitud de bajas.

Los soldados acatan la orden con resignación sabiendo el peligro que supone esa orden y avanzan en medio del bosque perseguidos de cerca por un batallón alemán, cuando una espesa niebla les rodea de repente impidiéndoles ver la salida de aquel bosque. El desánimo comienza a apoderarse de los soldados sabiendo que si no logran salir de allí en unas horas se verán rodeados por el enemigo.

De repente y según los testimonios de varios soldados, aparece un haz de luz brillante de la que surge una alta figura con dos alas largas y blancas, que hace un gesto para que los asombrados testigos le sigan.

Temerosos, se levantan y comienzan a seguir a la imponente figura por una zona que unos minutos antes había sido explorada y donde no habían encontrado ningún camino, es más, el amplio camino que ahora se hallaba ante ellos no figuraba en ninguno de sus mapas.

Pero los alemanes lograron alcanzarles antes de que abandonaran el bosque y cuando los británicos se daban por muertos, los soldados relataron que de la nada, al igual que la misteriosa figura que los había guiado, surgió un extraño ejército cuyos pies no pisaban la tierra, que se interpuso entre ambos bandos haciendo que los caballos germanos salieran huyendo y que el ejercito alemán se retirara ante la fantasmal presencia.

A pesar de prometer mantener silencio sobre los hechos, la curiosidad de la población de querer saber cómo habían regresado de una muerte segura por parte del enemigo, hizo que poco a poco los hechos comenzaran a ser conocidos por la población y el rumor se extendió rápidamente. Unos decían que quien les había salvado eran los espíritus de los arqueros de otra famosa batalla que se celebró en ese bosque de Angincourt en 1415, pero para la mayoría no había duda, aquellos seres eran Ángeles, de ahí que a esta leyenda se le conozca como “Los Ángeles de Mons”.

En septiembre de ese mismo año, un escritor británico llamado Arthur Machen, publicó en diario londinense “Evenig News” el relato que había llegado a sus oídos, desatando la leyenda. En la publicación escribió que era el mismo San Jorge comandando a los arqueros de Angicourt. Días más tarde Machen dijo que la historia era inventada, pero el testimonio de multitud de soldados que estaban ya de regreso secundan la historia en diferentes apariciones públicas. Un oficial relató cómo los Ángeles les salvaron de una muerte segura al evitar que los alemanes les atacaran, y otro incluso afirmaba cómo dos jinetes fantasmagóricos les escoltaban hasta llegar sanos y salvos a territorio amigo.

Por supuesto nunca se sabrá si esta leyenda tiene algo de verdad o era solo para levantar la moral de la gente. Tal vez esas visiones fueran causadas por el cansancio, tal vez inventadas, pero esos Ángeles llegaron a ser tan reales para la gente como la guerra misma. No sería una locura, el simple hecho de pensar que si los angeles aparecieron en esa batalla haciendo que los ingleses ganaran, lo hicieran en otras guerras que han moldeado la sociedad a su antojo.


-El caso Skittles


Internet. Se dice que es tan grande como la humanidad misma, se dice que posee información de absolutamente cualquier tema, se cree que alberga contenido de absolutamente todo tipo, e incluso que entre sus millones de enlaces, aloja secretos turbios y oscuros que cambiarían por completo nuestro modo de ver al mundo. ¿Por qué a diferencia de otros medios de comunicación el internet es tan extenso y peligroso? Muy simple, lo que lo difiere de cualquier otro medio, es que este no posee ningún tipo de restricción. Es de muy fácil acceso, y a diferencia de la TV o la radio, no existen reglas que te impidan subir o descargar el contenido que te plazca, así se trate de algo ilícito, grotesco o violento.

Internet también es la manera más fácil y rápida de conocer gente. Existen millones de usuarios como tu y yo conectados en estos momentos, y seguramente muchos de ellos estarían dispuestos a entablar una conversación contigo si lo propones. El tema de los "cyber amigos" siempre ha sido otra de las causas que hace tan polémico esto del internet, pues así como pueden ser quienes dicen ser, pueden engañarte y ser alguien muy diferente, pueden tener buenas intenciones o las peores intenciones, puede ser tu vecino compañero de clase que no conocías, así como también puede ser alguien que se encuentre al otro lado del planeta. Formar amistad con estas personas lejanas de las cuales conoces poco o nada, puede ser sumamente arriesgado, ya que usuarios de todo tipo utilizan la web, incluso entre estos, algunos que carecen de cordura.

En esta ocasión contaré la historia de un caso muy particular de una amiga a la distancia, la cual se comunicaba no a través de un perfil o cuenta de usuario, sino desde una página. No hace falta entrar a la Deep Web para hallarla, puesto que nuestra historia comienza en uno de los sitios más famosos de la web: Facebook.

Carlos Serrano, era un abogado. Un hombre de más de 30 años, robusto, serio y muy formal. Sin embargo la gente que lo conocía, ignoraba un gran secreto, que él vivía ocultando. Carlos, a pesar de ser un hombre adulto, tenía una fijación terrible por las adolescentes. El muy asqueroso, solía observar a las más jovencitas, detrás de las mallas de las escuelas, mientras estaban en la clase de educación física. Desgraciadamente los pocos amigos que este aborrecible sujeto tenía, compartían la misma afición que el. Incluso, había ocasiones en las que se reunían para conversar de este tema y buscar pornografía en línea, aunque fuera difícil hallar algo como lo que buscaban.

Desesperado de encontrar algo para satisfacer su abominable lujuria, Carlos recurrió a preguntar en un foro si alguien sabía donde podría ver o inclusive comprar el tipo de pornografía que el quería. Un usuario respondió al instante y dejó un enlace de una página de Facebook. Escribió que para obtener lo que quería tenía que mandar un mensaje a la página y posteriormente hablar con la persona que le respondiera. Carlos agradeció e ingresó contento a la página, sin saber que estaba siendo víctima de una cruel broma del usuario que le había respondido, y que lo estaba por convertir, en parte de una de las más extrañas y menos conocidas leyendas urbanas de la web. La página, llamada "Candy Secrets", era muy pobre y abandonada. Las últimas publicaciones eran de hace meses, y tenía menos de 100 seguidores. Carlos, dispuesto a conseguir su objetivo, escribió saludando al propietario de la página. A los pocos minutos llegó la respuesta, y poco a poco, se formó una larga conversación. Carlos le preguntó a la persona tras el monitor si le podía mandar una foto suya. El usuario accedió, y la foto que le llegó a Carlos, lo dejó con ganas de más. En la foto se podía apreciar a una bella jovencita que encendió en Carlos el deseo de querer verla. Él le preguntó cuando podría encontrarla (desde luego se traía oscuras intenciones entre manos), y ella le respondió que le daría la dirección de su domicilio, con la condición de que recomendara la página a sus amigos. Carlos accedió emocionado, y quedaron en encontrarse esa misma noche. La chica le dio una dirección muy extraña. Supuestamente el encuentro se realizaría en un edificio en las cercanías de un bosquecillo, casi saliendo de la ciudad.

Carlos, llegó apresurado a su destino, y al llegar a aquel inmenso y lúgubre edificio un dejo de picardía lo retuvo en la entrada. El recepcionista tenía cara de pocos amigos, y muy pocas luces estaban encendidas en los departamentos... Como si nadie viviera allí. Estaba a punto de ingresar, cuando vio una silueta correr por un costado. Lleno de curiosidad la siguió hasta un oscuro callejón entre este edificio y otro. El lugar apestaba, pues había un gran contenedor de basura y mucha suciedad en el piso y las paredes. Habían también unas pequeñas gradas que conducían hacia una puerta metálica, aparentemente la salida trasera de dicho edificio. Carlos estaba por marcharse, cuando oyó a sus espaldas como la puerta metálica se abrió. Al voltear, se encontró con la imagen de sus fantasías: Una bella quinceañera que lo observaba con sonrisa pícara. Era ella, la chica con la que habló en la página.

Ella lo invitó a pasar a su departamento, y que no se preocupara por sus padres, que habían viajado. Carlos entró con ella al edificio, sin importarle cuán horroroso sería el crimen que se disponía a cometer y sin importarle las consecuencias que este podría conllevar. Aquella noche, fue la última vez que se supo algo sobre Carlos Serrano. Durante las próximas dos semanas, el hombre fue buscado por la policía y por todos sus conocidos. Lo último que se conocía de él, era que se había dirigido al bosquecillo. La policía interrogó, uno a uno, a todos los habitantes de aquel viejo y desértico edificio. Ninguno de ellos afirmó haber visto a Carlos esa noche. Pasaron los días y casi todos perdieron la esperanza de volver a verlo, e incluso la policía detuvo su búsqueda y lo declararon muerto. José, el amigo inseparable de Carlos, aún insistía y perseveraba. Quería encontrarlo, quería saber qué había ocurrido; por lo que una tarde, se dispuso a ir el sólo al bosquecillo. Llevó lo necesario, y estuvo por más de dos horas buscando a Carlos. Ya oscurecía y el frío era intenso, cuando José estaba por rendirse y marcharse del tétrico lugar, oyó una voz a lo lejos, que gritando, lo llamaba por su nombre. José logró divisar una silueta camuflada entre los troncos y tocones secos de los árboles.

- !Oye Carlos! ¿Eres tu?-

Gritó José, esperando que dicho cuerpo lejano respondiera con la voz de su amigo íntimo, y le otorgara ese sentimiento de tranquilidad que durante aquellos días no había logrado conseguir.

- ¿Carlos?-

Insistió una vez más, con un leve toque de desesperanza bastante notorio en su quebradiza voz.

- ¡José! !José, hermano! ¿Has venido por mi?-

Escuchó decir entre ecos al desaparecido. Entonces corrió con desesperación hacia la silueta que parecía desvanecerse entre la neblina, desaparecer en el ocaso.

- !Carlos¡, ¡Aguanta un poco que voy por ti!-

Vociferó a todo pulmón, mientras corría agitado, con toda la certeza de haber hallado con vida a su viejo compañero. Pero lo que vio al llegar al supuesto punto de encuentro, fue lo último que esperaba ver. Halló a Carlos, si; pero colgado atrozmente con una dura soga desgastada, en una gruesa rama de roble, a poca altura del suelo. El cadáver del pervertido, colgaba ya casi putrefacto y apestaba tanto, que una nube de moscas y otros insectos alados, lo rodeaba. Al ver tan terrible final que había condenado a Carlos, José sin aún poder contenerse por el temor y la sorpresa, contactó de inmediato a la policía.

Los días pasaron, y a pesar de que Carlos tuvo un entierro digno gracias a su fiel amigo, José no quedaba satisfecho con tal resultado, que era a su parecer un final inconcluso, un final abierto que el quería cerrar. Encontrar al asesino, no era tarea fácil; descubrir la causa de la muerte de Carlos y el porque se encontraba colgado de un árbol, tampoco lo era. Pero la curiosidad de José era incesante y no se rendiría hasta resolver por sí mismo el caso. Las investigaciones de la policía fueron inútiles y no llevaron a ninguna parte; casi todos se conformaron con ello, todos excepto José. Después del funeral y entierro de Carlos, su departamento fue desamueblado, y sus objetos personales fueron repartidos entre sus seres más cercanos y queridos.

José insistió para quedarse con la computadora portátil de su amigo. Como se trataba de una obsoleta Dell que aún utilizaba el sistema operativo Windows XP, nadie tuvo problema en que el se la quedara. Pero lo que José en verdad quería, no era la máquina, sino la valiosa información que encontraría en esta. Al encenderla, lo primero que buscó fueron los documentos e imágenes, pero no encontró nada más que asuntos de su trabajo. Luego conectó la máquina a internet, y comenzó a husmear el historial del difunto. Encontró páginas pornográficas, algunos asuntos de Interés en Taringa, y una página de Facebook titulada "Candy Secrets"; esto último llamó su atención. Al ingresar a la página desde el Facebook de Carlos (cuya sesión estaba abierta) leyó la conversación que tuvieron Carlos y la supuesta administradora de la página. Vio la foto de la jovencita, la cual era a su parecer, sumamente bella y atractiva. Al ver la dirección que esta muchacha había enviado, la anotó y se propuso ir al lugar de los hechos.

Esa noche, José fue al edificio, que como siempre estaba vacío y silencioso. Se acercó para hablar con el recepcionista, preguntando si vivía alguna familia con una hija adolescente en algún departamento.

El hombre negó muy seguro y serio, tanto así que era lo suficientemente convincente para cualquiera, pero no para José; quien decidió aventurarse, ingresando por los pasillos del edificio. El lugar era tétrico y oscuro; daba la sensación de que había alguien vigilando a cada paso y eso estremecía a José. Se detuvo repentinamente delante de un puerta, al escuchar que detrás de esta, alguien reía entre susurros y con ligera perspicacia. Tocó un par de veces la puerta, pero nadie abría.

José quería retirarse pero sabía que si lo hacía, el misterio de la muerte de Carlos seguiría siendo eso, un misterio. Se armó de valor, y aunque bastante inseguro, giró la perilla y abrió la puerta. Se asomó lento y asustado a observar el interior de lo que al parecer era un departamento cualquiera. Estaba muy oscuro como para ver algún interruptor, y la única luz que había provenía de una gran ventana que dejaba ver un paisaje perfecto de toda la ciudad y de una parte del bosquecillo. José entró a paso sigiloso palpando las paredes por si hallaba forma de encender alguna luz; caminaba temeroso por lo que fuera a encontrar ahí adentro, iluminando apenas con una débil linterna de luz blanca. Con su escasa luz, logró divisar perlas de bisutería regadas en el piso; dirigiendo la iluminación hacia una mesa, pudo observar deliciosas golosinas y manjares dulces en esta. Estaba tan hambriento, que cogió un pequeño trozo de pastel que estaba dispuesto a comer, cuando oyó como la puerta cerró de un fuerte azote. El pánico se apoderó de el, y olvidando el deseo de saciar su apetito, corrió hacia la puerta y la golpeó histérico, gritando por ayuda.

- ¿Tan temprano y ya te vas?-

Preguntó una voz dulce y ligeramente infantil detrás suyo. José se volteó y apuntó a todas partes con la linterna, buscando a la persona que le había hablado. No pudo encontrar a nadie, hasta que la volvió a oír.

- ¿Qué pasa que aún no me encuentras?-

Cuando iluminó en el sofá, vio un medio rostro de piel pálida. Sus ojos brillaban a pesar de no ser del todo visibles, escondidos en la oscuridad. La luz blanca sólo permitía ver parte de una pequeña nariz, una mejillas levemente ruborizadas y unos apetecibles y carnosos labios color rosa. José estaba impresionado, pero no se atrevía a iluminar al resto de ese desconocido ser por temor a encontrarse con algo terrible. La lámpara junto al sofá fue encendida y a su lado lo miraba sentada una bella muchacha. Una adolescente de exquisita belleza, que era demasiado niña para ser una mujer, y demasiado mujer para ser una niña. Era precisamente la personificación misma de la dulzura, la inocencia y la lujuria. José recordó haber visto a la muchacha en la foto mandada en esa extraña conversación.

En la foto ella lucía muy linda, pero en persona era verdaderamente divina. Llevaba puesta una minifalda rosa tableada a juego con unas medias bucaneras grises adornadas con moños rosados cerca de los muslos, una blusa negra apretada llena de brillantes en el pecho, un canguro blanco con capucha, unos zapatos sneakers negros y una llamativa vincha con una moña de encaje fucsia a un costado de su cabeza. José, a pesar de no tener la misma degeneración que su amigo, compartía de cierta forma la afición por las más jóvenes, y al verla no pudo evitar desearla.

- Hola-

Saludó ella muy amigable, poniéndose de pie, y dejando a José, una buena vista de su esbelta figura.

- ¿Qué tal?-

Saludó José sin dejar de verla.

- Es inusual encontrarte aquí, es mi departamento ¿quien te pudo haber traído?-

Inquirió ella con cierto desdén.

- Eso no importa, además lo extraño es que tu vivas sola aquí ¿dónde están tus padres?-

- Ellos están de viaje-

- ¿y te dejaron sola? Es bastante raro-

- Ya que ¿que haces tu en mi departamento?

- Bueno, pues esto pasa si le das tu dirección a cualquiera-

Ella simplemente calló y sonrió tenuemente sonrojada por un instante.

- Ya veo, ¿y a que te dedicas?-

- Que curiosa ¿para qué quieres saber?-

Entonces la chica cambió de tema rápidamente, como si la reacción de José la hubiese incomodado.

- ¿Quieres ver las joyas que hice?-

José recordó todas esas cuentas regadas en el piso, y pensó que después de todo no había nada raro en ello.

- Esta bien-

Ella lo invitó a pasar a su habitación, en la cual se exhibían sus trabajos. José vio que la chica era talentosa, pues había confeccionado un sinfín de accesorios con hebras plásticas y hermosas cuentas coloridas. Mientras observaba las joyas, sintió un olor extraño al acercarse al armario. Un olor asqueroso, un hedor a putrefacción. Al principio José no quiso mencionarlo, pero era un olor tan desagradable que terminó dejando a un lado su educación.

- ¿Qué es ese olor?-

- Yo no huelo nada-

- Pero si huele horrible-

Insistió José, pero ella volvió a negarse y se interpuso delante del armario. Comenzó a mirarlo de una manera distinta, como si con la mirada buscara despertar algo que en el fondo el quería. Ambos se entendieron de inmediato, y ella comenzó a provocarlo, llena de lujuria; se despojó del canguro blanco y acarició las mejillas de José que se ruborizaban y encandecían más con cada caricia de sus delicadas manos. El la agarró de la cintura, se inclinó hacia ella y la acercó para besarla apasionadamente, y ella no puso resistencia, hasta que José sintió una fuerte y dolorosa punzada en la espalda, la cual después de herirlo consiguió adormecerlo de repente hasta dejarlo inconsciente en el suelo. Tras un par de horas de sueño profundo, José recuperó la conciencia y despertó con la seguridad de que todo había sido solamente un mal sueño. Pero al abrir bien los ojos, no sólo vio que aún estaba en ese vacío y desordenado departamento, sino que también se encontraba maniatado y encadenado a una pared. Su susto se agravó cuando vio que aquel armario estaba abierto y en su interior podían apreciarse miembros mutilados entre brazos, piernas, cabezas y torsos que ya se encontraban podridos. José se aterró y se sacudió en un intento desesperado por liberarse. Mientras el luchaba contra las sogas y las cadenas que lo tenían preso, ella entró y sonrió al verlo; de pronto el supo que todo había sido obra de la hermosa muchacha.

- ¿Qué me has hecho?, ¿qué quieres de mi?-

Dijo José molesto y a la vez suplicante sin dejar de observar asustado y asqueado aquella grotesca pila de cadáveres despedazados.

- Calma, esto es tan sólo el principio-

Afirmó ella toda segura y con una sonrisa serena, consiguiendo poner aún más histérico a su prisionero.

- ¡Suéltame loca!-

Pero ella hizo como si no lo escuchara. Se acercó a él, abrió uno a uno los botones de su camisa sin que el pudiera detenerla, acarició con suavidad su vientre, y lo miró al rostro con malicia.

- Un hombre adulto, tan patético y miserable, que busca intimar con una chiquilla inmadura, pero cuánto asco y lástima me das-

Dijo sin dejar de acariciarlo, a la vez que José lloraba asustado escuchando dichas afirmaciones, consciente de que eran ciertas, y de que algo terrible le esperaba por ello.

- Pero no te preocupes, aún tenemos toda la noche para jugar-

Añadió la chica, extrayendo de uno de sus bolsillos una navaja pequeña. José al ver el afilado instrumento tartamudeó nervioso y aterrado.

- ¿C-cómo pasó esto...?

Ella le enseñó un dardo calmante para animales, de esos que son utilizados en los zoológicos. Se lo había hundido en la espalda mientras el intentaba besarla.

- Y ahora que todo está aclarado, comenzamos el juego-

Rió de forma traviesa mientras hundía la navaja en su vientre. José gritó al sentir el intenso dolor, pero no contaba con que era tan sólo el inicio. Acto seguido ella dibujó una equis en el cuerpo del hombre que rogaba por su vida, totalmente fuera de si. Con la herida en el abdomen y sangrando a borbotones, la sádica chica contemplaba su obra contenta, y aún tenía más planes. Insertó una aguja en un grueso hilo plástico para bisutería, y con este empezó a suturar la herida hecha por sus propias manos. Cada puntada era decorada por una pequeña mostacilla de color al mismo tiempo que la aguja salía y entraba atravesando la piel y la carne, lo cual para José era un insoportable suplicio. Mientras lo hacía, la sangrienta chica sostenía varias agujas entre sus dientes.

- Solía ir a la escuela, vivía con mis padres y ellos consentían todos mis caprichos, hasta que un día no me obedecieron y yo me fui-

Relataba tranquila uniendo las carnes desgarradas de José.

- Mis amigos me llaman Skittles, tu también puedes decirme así si quieres, me encantan esos dulces-

José escuchaba a pesar de la tortura que su cuerpo experimentaba en ese instante. Finalmente quedó un tétrico bordado de perlas, de cuyas costuras brotaba sangre

- Creo que aún está muy aburrido, requiere más adornos-

Dijo ella riendo, y sacando de sus bolsillos, diminutos ganchos imperdibles de vivos colores metálicos. Comenzó a clavar y cerrar los pequeños imperdibles en la piel de su víctima, le clavó lo adornitos en la piel de su rostro, brazos, manos y pies, fascinada con cada pequeña herida creada por sus utensilios. José quedó en agonía absoluta, sólo esperando que la muerte llegara y todo ese dolor terminara. Skittles salió del cuarto, no sin antes dejar una cámara digital robada filmando los últimos minutos de vida de su torturada víctima.

El video filmado con la escasa batería de la cámara, mostraba a un hombre torturado llorando y lamentándose en un silencio profundo durante más de cinco minutos. Cuando el ya esta muerto, entra una adolescente que posa junto al cadáver y se toma un autorretrato junto a este, usando un dispositivo móvil. Existen rumores de que días después del hecho, el edificio donde ocurrió todo fue abandonado por casi todos sus habitantes sin que estos se enteraran de lo ocurrido, y que nadie se tomó la molestia de ver lo que había en aquel departamento siempre cerrado que aparentemente estaba habitado. Pasado bastante tiempo (por lo menos un año) unos jóvenes universitarios amigos de un chico que vivía en el edificio entraron al departamento y ante tan terribles hallazgos de cadáveres podridos, esqueletos y manchas de sangre en el piso, llamaron a la policía para que se realizara una investigación. Uno de ellos recogió la cámara y sé la llevó. Al cargarla y ver su contenido que era únicamente este video, sintió gran temor pero prefirió no contárselo a nadie, simplemente subió el video a la red, con el nombre de Skittles.DVCAM; un video mórbido cuyas escenas inspiraron a bautizarlo con ese nombre, aún para quienes no supieran quién era ella. El video estuvo en internet durante pocos días, pues al ser tan violento fue eliminado, aunque se dice que un hacker que logró descargarlo antes de que fuese borrado, lo subió a la Deep Web.

Este caso lo leí reiteradas veces en diversos foros, incluso leí testimonios de quienes afirman haber tenido alguna experiencia o haber visto a Skittles. Yo aún dudo de su existencia, y para aclarar mis dudas es que quiero encontrar ese video. Algunos dicen que es sólo un mito, otros dicen que es un demonio, pero la teoría más aceptada es que Skittles en verdad, era una niña caprichosa y soberbia que abandonó a su familia para dedicarse al asesinato de hombres adultos aprovechando su belleza, valiéndose de robar comida, del dinero de quienes mataba, y claro pues le fue bien, ya las personas que afirman haberla visto dicen que siempre lucía bella y distinguida; pues es verdad que no tenía un hogar, pero si tenía una sed de sangre imparable, una gran frialdad y la suficiente astucia para conseguir el dinero necesario para mantenerse, además de divertirse torturando.

De cualquier modo, no importa cual sea el caso de Skittles, lo importante es evitarla a toda costa.


-The Olympic National Park

Nos remontamos en la década de los años 90. Un grupo de familias, para especificar 4, deciden salir de campamento por la graduación de sus hijos de la secundaria. Las familias ansiosas deciden salir el día viernes 9 de julio (1993). Lo que ellos nunca se imaginaron es que debieron pensar mejor las cosas y mejor ir a la feria que a la peor experiencias de sus vidas.

Es el día lunes 5 de julio del año 1993, se hicieron los preparativos para la excursión, solo faltaba empacar. Todas las familias quedaron de verse el día viernes 9 a las 8 am, en la calle Watershed.RD, ubicada en Little Oklahoma. El viaje en sí duraba 30 minutos hasta la entrada del parque y para adentrarse otros 30 minutos. Los padres de familia, solo por molestar, decidieron adentrarse muy en el fondo del bosque. Ellos estaban demasiado confiados ya que contaban con un mapa del parque y hasta ahí, todo iba perfectamente bien.

Conforme iban entrando al bosque, el paisaje se iba deteriorando y cada vez se veía más espeluznante. Los padres empezaron a sentirse observados, pero no por los oficiales que vigilaban el bosque, si no por otras cosas que no se explican. Entonces decidieron bajarse y acampar ahí, antes de que fuera demasiado tarde o al menos eso ellos pensaban.

Al bajar del vehículo empezaron a montar la tienda y los niños fueron a buscar madera para la fogata. Entre todo el trabajo que realizaron terminaron alrededor de las 5 de la tarde. Todos estaban cansados y con hambre, entonces hicieron una parrillada, las familias se sentaron alrededor de la fogata mientras estaba la carne. Entre todo ese tiempo que comieron platicaron y demás, pronto se oscureció y sin darse cuenta eran las 10:00 pm. Decidieron contar historias de terror, como en cualquier campamento. Todo transcurrió con normalidad hasta el momento en que todos exhaustos decidieron apagar la fogata e irse a dormir. Cada quien se fue a su tienda a descansar.

Era aproximadamente medianoche cuando uno de los padres de familia se despertó porque afuera se escuchaban ruidos, entonces salió a investigar. Pensó que era alguno de los niños pero al momento de salir se quedó pasmado porque alcanzó a ver una sombra humanoide, una cosa que no tenía ojos y que, a pesar de que era de noche, pudo ver como su boca estaba cosida con hilos y encima, tenía sangre en todo el cuerpo.

El padre, asustado, pensó que era la sangre de alguno de los chicos o de otro padre pero el mismo miedo lo consumió y no pudo ir más allá de la puerta de su tienda. La cosa rara que estaba ahí lo volteo a ver y desapareció en el bosque. Cuando recobró la cordura fue a cerciorarse de que todos estuvieran bien y evidentemente todos estaban dormidos, lo cual lo alivió. Regreso a su tienda a ver si podía volver a dormir pero, como era evidente, no pudo cerrar los ojos en toda la noche.

Al salir el sol, que apenas y se veía por los grandes árboles que los rodeaban, despertó a todos y les contó lo que pasó y lo que vio. Lo más raro fue que todo estaba como lo había dejado, no había rastro de nada, ni siquiera las huellas de la cosa rara que vio. El padre de familia, convencido de lo que había visto, no quiso quedarse y les pidió a todos que se fueran, los demás le dijeron que parara porque estaba asustando a los niños y le comentaron que no se irían. Eso decepcionaría mucho a los niños entonces se quedaron y a él no le quedó más opción que quedarse.

Después del incidente todo estaba perfectamente bien, no hubo otra cosa rara de la cual preocuparse. Llegó el último día y a solo unas horas de irse, un árbol de la nada se cayó. Las familias asustadas fueron a investigar qué es lo que había pasado, efectivamente se cayó un árbol y se veía como si alguien lo hubiera cortado pero no había nadie quien lo hubiera podido hacer. Entonces regresaron para irse pero cuando llegaron todo estaba completamente destruido, las tiendas, las maletas y para rematar, las llantas de los autos estaban pinchadas, es como si alguien los quisiera ahí y no quisiera que se fueran.

Todos estaban muy asustados, no tenían suficientes refacciones para cambiar los neumáticos e irse, así que no les quedó otra opción más que hablarle a la grúa para llevarse los autos. El problema ahora era que sus teléfonos no servían, no había señal, y era demasiado obvio ya que estaban en medio del bosque así que decidieron caminar. Era lo más conveniente que podían hacer, así que caminaron pero conforme caminaban se sentía observados, aceleraron el paso pero ahora sentían como si los estuvieran siguiendo y aceleraron más el paso. Las cosas iban empeorando, en vez de verse la salida, pareciera como si estuvieran adentrándose más al bosque. Sin darse cuenta se encontraban perdidos y no sabían qué hacer. Cuando pensaron que todo estaba perdido se escuchó una voz gritando:

¿Hay alguien ahí?...

Entonces ellos gritaron y siguieron la voz pensando que estaban a salvo. Sin darse cuenta se adentraron aún más en el bosque. Cuando llegaron a donde estaba la voz que habían escuchado solo había una cueva. Pensaron que esa voz estaría ahí, pero para no arriesgar a todos solo entraron dos personas a investigar.

Conforme iban entrando el aire se sentía más pesado, había velas colgadas, también encontraron ropa sucia y se veía vigésima, cuando llegaron al final de túnel encontraron una pequeña torre de huesos, velas y otras cosas extrañas. Eso los alarmó demasiado y los asustó así que salieron corriendo. Cuando salieron no había nadie, no estaban los demás. Se alarmaron y empezaron a gritar para ver si escuchaban su voz pero como era de esperarse nadie contestó así que los fueron a buscar. Hambrientos, sedientos y sin hacer a un lado ni menos importante, estaban asustados, no había manera de describir lo que sentían, no sabían qué hacer.

La cosa extraña que el padre de familia vio hace unos días se les manifestó, podían ver a esa cosa rara que lo había paralizado, estaba con una sonrisa como si estuviera feliz de haberlos encontrado. En vez de correr se quedaron parados, observándolo. Esa cosa que no se describía como hombre o mujer tenía facciones de los dos géneros y ellos, no podían correr estaban llorando, gritando ya que su viaje no salió ni acercándose a lo que esperaban....

Se dice que no pudieron escapar, que los atrapó así como al resto de sus familias. El paradero de todas esas personas actualmente es desconocido.


-Angélica Nafreisworteing

Angélica Nafreisworteing nació el 12 de Febrero de 1874 en Bruselas Bélgica, su familia después de haberla tenido se mudó a una casa de la época antigua afueras de la ciudad alejada de su familia, se mudaron el 6 de Agosto los primeros días de estancia en su nueva casa fueron completamente normales durante 6 días hasta que ocurrió un echo sin explicación a la mañana siguiente del sexto día a Angélica se le aparecieron extrañas marcas negras y moradas en los brazos y la cara, su familia desesperada la llevaron a una revisaron medica y concluyeron que podría ser una enfermedad terminal, pero sin ninguna explicación el día después de este a Angélica no le volvieron a salir esas marcas.

Pasaron los años y Angélica fue creciendo con algunos defectos en el cuerpo, el pelo y las uñas le crecían increíblemente rápido cada tres días, su apetito fue creciendo cada vez mas necesitando porciones de comida mas grandes.

Cuando solo faltaban 3 días para su cumpleaños empezó el horror y el desastre para su familia, la mañana del primer día Angélica empezó a vomitar descontroladamente, cuando llego a la escuela fue corriendo al baño para volver a vomitar, paso todo la mañana en el baño sin comer, y perdiendo sus clases a la 7 vez que vómito soltó chorritos de sangre junto con el vomito, esto la asusto mucho y fue corriendo a la oficina del director para que llamaran a sus padres, Angélica se sentó afuera de la oficina mientras esperaba a sus padres, el colegio estaba desierto todos estaban en clases, Angélica puedo ver a lo lejos una figura de un hombre que la observaba desde un callejón al otro lado de la calle, esta persona le izo señas para que viniera a donde el estaba, esta sintió una sensación de que debía ir y no se podía resistir fue corriendo hasta el otro lado de la calle sin mirar a los lados, el carro que venia a todo velocidad pito repetidas veces pero esta al parecer no puedo escuchar, el auto perdió el control del volante y los frenos y fue a chocar con un árbol al lado de Angélica cuando esta llego al callejón no encontró a nadie y pensó que solo había sido su imaginación volvió corriendo a la escuela a esperar a sus padres.

Al 2 día de escuela Angélica empeoro le salieron moretones en todo el cuerpo según ella no se los había echo por un golpe ella explico que en la noche escucho un ruido en el techo de la casa y sintió que alguien estaba detrás de ella sintió un fuerte golpe en la cabeza y se desmayo es todo lo que recuerda, cuando llego a la escuela el director le pregunto al padre de Angélica porque estaba tan lastimada el padre le explico todo lo que le había dicho ella, el director no le creyó y mando a que se fuera porque no podía dejar que los demás alumnos la vieran en ese estado, cuando ella llego a su cuarto su madre cuido de ella todo el día y no se levanto de la cama repitiendo en varias ocasiones que los moretones le dolían mucho y la madre preocupada por no poder hacer nada rompía a llorar.

El día antes de su cumpleaños Angélica le insistió a sus padres que no quería ir a la escuela estos preocupados por su hija le preguntaron porque y ella solo respondía “El no quiere que valla”, Angélica se quedo todo el día sola en su casa y el único auxilio que tenia era el de sus vecinos, los vecinos afirmaron oír gritos que venían desde el ultimo piso de la casa pensando que era Angélica pero al investigar ese día descubrieron que ella se paso todo el día en la sala de su casa, los vecinos al enterarse de tal cosa que quedaron horrorizados, un niño se metió en la conversación de la policía y dijo a ver visto a alguien por la ventana del cuarto, explico que era alguien alto, de pelo castaño oscuro, vestía de negro y lo único que resaltaba era su gran sonrisa de mejilla a mejilla y solo se le podía ver un ojo, este afirmando que era de color rojo como la sangre.

El día tan esperado para Angélica por fin había llega, sus padres decidieron no enviarla a la escuela hoy por ser su día así que nuevamente se quedo sola en su casa, ella paso todo el día encerrada en su habitación, ese día los vecinos afirmaron oír voces dentro del cuarto además de la de Angélica la describían como una voz masculina de un chico entre los 14 y los 16, los vecinos llamaron a los padres de Angélica para contarles todo lo que pasaba en su casa, los padres lamentaron no poder ir a su casa cuando los llamaron así que les pidieron al os vecinos que estuvieran pendientes de su hija, Angélica dijo que durante ese día no estaba sola había alguien mas con ella esta decía que el no se dejaba ver porque era de día y decía que no le gustaba la luz esa persona según ella se hacia llamar Morgan y era un chico de 15 años que siempre estaba triste hasta que ellos su mudaron a la casa y que siempre jugaban juntos y por accidente el siempre la hacia moretones en los brazos.

Al llegar la tarde Angélica dijo que Morgan se dejo ver por 1 vez y lo describió como un chico alto de pelo castaño oscuro largo vestía únicamente de negro con la piel tan blanca como al papel, ella decía que solo se dejaba ver un ojo y el que tenia expuesto era rojo como la sangre, sus padres al enterarse de esto se empezaron a desesperar porque pensaron que su hija o su casa estaba poseída por el tal Morgan, Angélica no mostraba miedo o desesperación por aquella situación ella lo veía como algo muy normal, al llegar la noche se celebro una gran fiesta por el cumpleaños de Angélica, esta bajo con todos sus amigos y familia en el informe muchos afirmaron ver a alguien sentado a lo lejos de la fiesta viendo a Angélica con una mirada molesta o de odio, sus padres se desesperaban cada vez mas por el tal Morgan y por el echo de que muchos podían verlo y ellos no.

Esa noche sus padres no pudieron dormir porque oían gritos, ruidos y golpes que venían desde la habitación de su hija cada vez que entraban a su habitación su hija estaba despierta y siempre les daba la misma excusa “Morgan y yo estamos jugando” sus padres no le encontraban una solución lógica a esto así que no les quedo de otra que buscar ayuda espiritual, al día siguiente Angélica tampoco fue a la escuela y desde ese día todo comenzó a empeorar, Angélica empezó a llorar todas las noches y cuando sus padres le preguntaban ella les decía “Un amigo de Morgan se paro todo el día frente a la casa y me izo señas muy extrañas diciendo que quería matarme” para sus padres esta fue la gota que rebaso el vaso y fueron a la iglesia mas cercana hablaron con los encargados para que vinieran a su casa y ayudaran a su hija.

1 Nota

Hola Angélica te vi hoy desde el callejón de la otra calle cuando estabas en la escuela ¿acaso vomitaste? Lo lamento tal vez fue mi culpa por inyectarte mientras dormías un suero, espero que no estés molesta

2 Nota

yo te cuido todas las noches te veo desde el techo de tu habitación ¿te asuste?

3 Nota

Tus vecinos son muy molestos siempre se meten con nosotros ¿Por qué no nos deshacemos de ellos?

4 Nota

Feliz cumpleaños querida yo no puedo ir pero te estaré observando

5 Nota

Dulce sueños porque pronto no despertaras, esto te enseñara que nadie me traiciona

Att: M

Sus padres se confundieron al ver que todas las notas eran enviadas por un tal M, Monje les dijo que su casa estaba poseída por un espíritu maligno que no pudo descansar en paz, luego les mostro las fotos eran 4 en total:

1-Era una foto de un chico igual que el que su hija describía pero a este se le veían los 2 ojos y no tenía la piel tan pálida, este chico estaba llorando

2-Era de una familia con el chico otra vez frente a la casa, esta se veía nueva como si estuviera recién construida

3-Era una foto de una pareja muerta con todo el cuerpo lastimado y roto

4-Era del mismo chico pero con la piel blanca y con una venda cubriéndole uno de los ojos

Los padres se asustaron y pensaron que este era el tal Morgan, El monje les contó la historia de la casa les contó que una familia había mandado a construir la casa y ellos tenían de hijo a un chico de 15 años, la familia después de unos meses de vivir en la casa ellos murieron en un accidente de auto menos el hijo que perdió un ojo, al los días este desapareció y jamás se le volvió a ver y desde entonces pero antes de irse este se llevo una camisa y una flor del florero que i so su madre el día anterior a su muerte, la casa estaba en venta hasta que ellos la compraron.

Por ultimo les mostró los regalos era 3

1-Una venda llena de sangre ya seca

2-una camisa negra rota y vieja

3-Y una flor muerta

Cuando el Monje se fue Angélica volvió a la casa con el cuerpo lleno de mascar negras como cuando nació, estos le preguntaron donde estaba y ella respondió “Estaba con Morgan dijo que me llevaría a un parque y nos divertimos mucho” sus padres hartos le mostraron todo lo que habían encontrado, estos molestos la mandaron a su habitación y se echo en la cama a llorar.

Se encontró un libro con algunas pocas páginas usadas en ella estaba escrito lo siguiente:


Mis padres me mandaron a mi habitación y me puse a llorar estaba muy triste porque pensaban que todo esto era culpa mía, Morgan se quedo conmigo todo el tiempo que estuve despierta y me hablo de como era su vida y todo lo que le paso, yo me sentí muy mal por el al enterarme de la muerte de sus padres y le dije que si había algo que pudiera hacer por el para que no se sintiera así.

Morgan: Siempre me e sentido solo desde ese día, si te quedas conmigo ya no me sentiré solo

Yo: ¿Quieres que me quede contigo?

Morgan: Si

Yo: Pero si ya estoy contigo ahora

Morgan: Pero no lo estarás siempre, quiero que estés conmigo para siempre

No entendía a que se refería Morgan con “Para siempre” quería animarlo de otra forma así que le sonreí lo mas dulces que podía pero su mirada se oscureció mucho mas que antes.

Yo:Yo jamás te e dejado solo Morgan

Morgan: Si lo hiciste, el día de tu cumpleaños

Yo: pero era mi cumpleaños no podía hacer nada, si tú hubieras querido pudiste haber ido

Morgan: NO, yo quiero que solo estemos tú y yo, nadie más

Morgan se volvió mas alto y note que le faltaba un ojo, pegue un grito y….

A la mañana siguiente Angélica Nafreisworteing fue una adolescente de 14 años fue encontrada muerta sobre su cama con el cadáver de un chico al lado de ella, en la pared estaba escrito ocn la sangre de la muchacha “No estaré mas solo” se afirma que murió a la media noche por un cuchillo enterrado en el corazón y se le encontró una venda atada en uno de los ojos, identificaron que el otro cadáver pertenecía a Morgan Wosnewsterch un joven que desapareció tras la muerte de sus padres con una venda en el ojo contraria al de Angélica, este caso fue registrado como Homicidio, lo misterioso es que el cuerpo de Morgan estaba igual que cuando escapo, no había envejecido después de mas de 10 años, los padres vendieron la casa y se fueron de hay y se tiene prohibido el paso a la gente a esa casa.

Los vecinos afirman aun escuchar la voz y risa de Angélica Nafreisworteing y la voz de un chico, en ocasiones se pueden ver por las ventanas a dos personas vestidas de negro.


-Margat

Margat es una pequeña localidad ubicada al noroeste de Canelones (Uruguay), equidistante a cinco kilómetros de la capital del departamento y de la ciudad de Santa Lucía.

En otra época fue bastante popular debido a su estación de trenes, y de hecho todo el pueblo nació y creció en torno a la actividad de esta estación. En la actualidad se desarrolla en la zona una versátil actividad comercial que va de desde apuestas horti-frutícolas y criaderos de pollos hasta una industria de aceite de semilla de zapallo.

Por esta razón es en ocasiones visitada por muchos turistas que llegan desde lejos a conocer tales emprendimientos y a llevarse sus productos.

La mayor parte del tiempo, sin embargo, se desarrolla en Margat una vida muy apacible, en la que se mezclan sin alboroto las tradiciones criollas con las de los italianos y españoles.

No obstante, el día dieciocho de octubre de 1993 este silencioso paraje se vio drásticamente conmocionado por un episodio que lo convirtió en el centro de la atención mediática del país.

La noche de aquel día, don Guillermo Delgado, un vecino de la zona ya entrado en años a quien se recuerda recio, de pocas palabras y de carácter noble y humilde dio público un testimonio de un suceso extraordinario que le había tocado vivir:

Según dejó saber este señor en sus declaraciones, iba aquella vez cerca de la medianoche transitando tranquilamente en su caballo por las cercanías del arroyo Canelón Grande cuando en determinado momento, justo antes de llegar al puente sobre el arroyo Melgarejo, comenzó a escuchar unos sonidos extraños que provenían de la espesura del monte.

Al principio pensó que podía ser el lamento de algún gato perdido que maullaba de hambre o de miedo en la soledad.

No obstante, le bastó prestar un poco más de atención para comenzar a albergar la sospecha de que en realidad se trataba de algo diferente. Más aún, Delgado podría jurar que en el momento que lo sintió por primera vez aquello se parecía a una queja velada y entrecortada, como si se tratara de los sollozos de un pequeño bebé.

Preso de un sentimiento de profundo asombro, don Guillermo Delgado detuvo su caballo y luego de bajarse del mismo lo sujetó contra una de las estacas del alambrado.

No podía ver muy bien de dónde procedían los ruidos, pero como era un hombre de campo, y por ende sumamente diestro en el arte de seguir un rastro en la oscuridad, no tuvo inconvenientes en internarse entre los pastizales que bordeaban el camino de tierra en procura del origen del misterio.

Orientándose en la penumbra llegó hasta un montón de matas entre las que se encontraba un envoltorio de trapos sucios, que se movía vagamente. El hallazgo parecía no dejar lugar a dudas:

Aquel bulto de color blanco cobijaba a un niño en su más tierna infancia, casi un bebé, que lloraba bajito.

Desde lo más recóndito del alma le sobrevino a Delgado una gran ira ante el pensamiento de que aquel indefenso bebé, con frío y tal vez también enfermo, hubiera sido abandonado allí, en pleno chircal.

Ninguna criatura en su sano juicio, pensó, sería capaz de semejante barbaridad. Y como parecía obvio que una pena muy profunda lo aquejaba, pues el bebé lloraba con insistencia, y él no tenía idea de qué hacer para calmarlo, se dijo que lo mejor sería llevarlo lo más pronto posible ante alguna autoridad que pudiera hacerse cargo.

Sin más trámite, y con el corazón todavía estremecido por el descubrimiento, tomó la criatura en sus brazos, se subió con ella al caballo y comenzó a trotar hacia la localidad de Margat.

En el camino, Delgado comenzó a advertir algunas cosas raras. De hecho ya al levantar al bulto del suelo, le había llamado un poco la atención que el peso del mismo era muy débil y su consistencia demasiado blanda, como si no se tratara exactamente del cuerpo de un niño. Pero lo que más le impresionó, sin duda, fue escuchar que el llanto del bebé comenzó a desaparecer poco a poco, y que dio paso a otro de una naturaleza diferente.

No es fácil describirlos con precisión, pero a grandes rasgos el anciano dejó saber que consistían en una suerte de ronquidos de garganta completamente inhumanos, semejantes a los que producen algunas bestias enfurecidas.

Al darse cuenta de esto, y aún negándose a aceptar la evidencia que le presentaban sus sentidos, el anciano cedió al impulso instintivo de retirar un poco los trapos para ver el hallazgo con mayor claridad, cosa que hasta entonces no había hecho por temor de exponer al niño a los rigores del frío.

Abrió un poco el envoltorio entonces, pero no pudo advertir casi nada, pues aunque la noche estaba coronada por una gran luna llena, en aquel lugar el monte es muy cerrado y las ramas de los árboles no dejaban pasar la luz con facilidad.

En consecuencia, pensó que lo más conveniente sería salir de esas tinieblas y llevar consigo el bulto hasta la otra orilla, donde el panorama se presentaba más despejado. Así lo hizo, y durante todo el camino, mientras los cascos del caballo tronaban sobre el hierro y la madera del puente, don Guillermo Delgado continuaba escuchando aquellos ruidos desagradables.

Cuando por fin llegó a su destino, y quiso otra vez separar un poco los trapos mugrientos y arrugados para liberar al bebé, el anciano fue testigo de un cuadro que jamás hubiese podido imaginar.

Según dio testimonio Delgado, aquello que llevaba en sus brazos presentaba notorias diferencias con cualquier otra criatura en su más tierna infancia. La cabeza, por ejemplo, era demasiado grande para el tamaño del cuerpo, como si el cráneo padeciera algún tipo de malformación.

Su piel era dominada por una tonalidad blanquecina, y estaba impregnada de una sustancia gelatinosa. Su boca estaba un poco descolocada, y dejaba entrever unos dientes agudos y afilados. Y las uñas de sus manos y de sus pies eran desmesuradamente largas, como garras. Pero lo más terrible de todo eran los ojos de la criatura:

Un par de ojos rojos, semejantes a los de un gato, de aspecto siniestro y que centelleaban como candelas en la oscuridad. Ni bien terminó de abrir el envoltorio la extraña criatura atacó con ferocidad a don Guillermo Delgado.

Se abalanzó sobre él con sus garras y con sus dientes, provocándole algunas heridas en el rostro que el anciano conservaría por mucho tiempo. Ante esto, Delgado solo atinó a arrojar aquella diabólica criatura con sus trapos y todo muy lejos, tan lejos como le dieron las fuerzas. Luego, apuró las ancas de su caballo y salió disparando a todo galope en una dirección cualquiera, tratando de alejarse lo más pronto posible del lugar.

Poco más tarde, ya un poco más calmado, contó por fin lo sucedido a las autoridades de Margat, para que tomaran cartas en el asunto.

De este modo, su aterradora experiencia tomó estado público. La historia corrió como reguero de pólvora en Margat. No había por entonces un sólo habitante del pueblo que no conociera la leyenda. Tal fue la repercusión que muchos medios de prensa del país se hicieron eco de ella.

Las radios y los diarios de Santa Lucía, Canelones y Las Piedras llegaron hasta la localidad a realizar todo tipo de investigaciones periodísticas de lo ocurrido. E incluso se dieron cita también varios medios de prensa de Montevideo, que hicieron circular el relato de los extraños sucesos en primera plana por varios días.

Fue precisamente a raíz de esta conmoción que comenzaron a saberse una gran cantidad de datos sobre esta criatura, bautizada de una vez y para siempre como el "Monstruo de Margat".

Muchas de ellas, en su momento, fueron divulgadas en los medios pero también hay otras menos difundidas que puede conocer cualquiera que se tome el trabajo de conversar mano a mano con los vecinos del lugar. Entre las historias más conocidas se cuentan aquellas que tratan de explicar qué o quién sería el monstruo, y cómo habría llegado allí.

Una de ellas refiere que el monstruo de Margat es en realidad el misterioso sobreviviente de un extraño accidente ocurrido poco tiempo atrás.

Según cuenta esta leyenda, cierta vez un matrimonio viajaba en su auto por la ruta 11 junto con su pequeño hijo, que por entonces tenía apenas un par de meses de edad, cuando en determinado momento, y por causas que se ignoran, fueron víctimas de un accidente de tránsito.

Los dos adultos murieron en la ocasión, pero a pesar de múltiples investigaciones el cuerpo del niño jamás apareció. Según dicen algunos vecinos, este niño logró sobrevivir en el monte y es precisamente él, deformado por las heridas, el terrible monstruo del que hablan los habitantes del pueblo.

Otras hipótesis proponen la posibilidad de una broma. En efecto, pues como allí cerca –a unos 7 km., más o menos se encuentra un internado psiquiátrico conocido como "Colonia Echepare", hay quienes dicen que el monstruo de Margat podría ser en realidad una suerte de impostura montada por algún paciente con una deficiencia mental que logró escapar de la institución.

Probablemente este interno escuchó en algún lado la historia del monstruo y esto lo motivó a dar con el hábito de disfrazarse y esconderse al acecho en la oscuridad del monte a la espera de que pase la gente, y luego los asusta saliéndoles de imprevisto en su camino.

Pero más allá de los sentimientos encontrados de escépticos y creyentes, lo indudable es que hay muchos otros testimonios de gente en Margat que aseguran que el monstruo todavía anda dando vueltas por allí.

Entre los testigos más frecuentes de la presencia del monstruo se cuentan aquellas personas que durante las horas de la noche transitan ya sea por el puente Melgarejo o por el llamado "Puente Viejo", ubicado a pocos metros del anterior, como así también aquellas que circulan caminando y en bicicleta por las inmediaciones de la zona.

Muchos de estos vecinos aseguran que en reiteradas ocasiones como le pasó a don Guillermo 155 han sido atacados por la bestia, que los ha arañado o mordido en las piernas al salirles al paso.

Otros, cuentan que al oscurecer se pueden advertir por ahí toda suerte de pasos, gritos y ruidos extraños. Asimismo, hay quienes juran que a veces también se ve, aunque no con mucha claridad, a una extraña figura de baja estatura deambulando entre las charcas y moviéndose en secreto entre los pastizales. E incluso también hay testigos que afirman que en ciertas noches se puede advertir centelleando en la oscuridad el fulgor de sus amenazantes ojos rojos.

Por lo demás, la relación que se estableció entre el monstruo y los habitantes de Margat ha ido cambiando con los años. Al principio, por supuesto, la gente del pueblo asimiló con cierto escándalo la idea de que a su alrededor estuviera viviendo esa aterradora criatura. Más aún, hay quienes cuentan que cuando se hizo conocida por primera vez, la historia provocó cierta alarma o preocupación entre ellos.

Un buen ejemplo de esto el caso del propio Guillermo Delgado, pues es sabido que aquel encuentro produjo un impacto emocional tan fuerte en el anciano que, desde entonces, éste debió ser internado en un geriátrico o en una casa de salud de Canelones,donde ahora vive con más de ochenta años.

Entre los habitantes del pueblo, quienes resultaron especialmente impresionados y casi alterados por la historia fueron los niños.

Tal fue así que cierta vez, en la escuela pública del lugar, las maestras decidieron utilizar como excusa la leyenda del monstruo para que los niños hicieran algunos dibujos, con el propósito de que se liberaran así de sus miedos.

Aquella actividad sirvió para constituir un valioso archivo acerca de la imagen de la bestia que había en el imaginario de la gente de Margat. Estos dibujos todavía se conservan, la TV los ha mostrado en varias oportunidades y si uno los mira con atención verá que en todos ellos el monstruo, siempre de aspecto amenazante. Se parece bastante a la descripción que aportara don Guillermo.

Pero ahora las cosas son muy diferentes. Al margen de lo terrible que podría parecer el tener que acostumbrarse a vivir con la presencia de un monstruo rondando los alrededores, todos en Margat acabaron por aceptar la idea de que un nuevo visitante había llegado a ese pequeño pueblo y que tal vez no se irá jamás.

Se ha convertido incluso en una especie de referente para toda la gente de la zona, un atractivo turístico y una marca de identidad. Tal es así que, por ejemplo, en las despedidas de curso de fin de año de las escuelas, se suelen llevar a cabo algunas reconstrucciones de varias de las leyendas que lo involucran.


-Código Houdini

Harry Houdini (1874-1926) fue el ilusionista y escapista más impresionante de su tiempo. Curiosamente poseía una peculiar aversión por todo lo paranormal, en especial por los canallas que hacen dinero a causa de la credulidad y desesperación de sus víctimas.

En el ring victoriano de antagonías de fe e incredulidad se enfrentaron dos luchadores de peso pesado. En un rincón estaba Harry Houdini, desenmascarador de prodigios, sesiones espiritistas, médiums, fantasmas, y todo lo sobrenatural que se cruzase por su camino. En el otro, Arthur Conan Doyle, creador de uno de los personajes más racionalistas del relato de detectives, Sherlock Holmes, aunque él mismo creía absolutamente en todos los fenómenos paranormales que llegaban a sus oídos.

El enfrentamiento fue despiadado, aunque con los atenuantes. Ya en la última etapa de su carrera Harry Houdini se dedicó a desenmascarar espiritistas fraudulentos. El gran público estaba fascinado con estos prodigios, y leía con voracidad las historias espeluznantes de sesiones y apariciones asombrosas. Los médiums incluso actuaban en teatros para una gran audiencia, cuestión que resultó ser demasiado para nuestro ilusionista.

Harry Houdini nunca creyó en el espiritismo. Su aversión natural se potenció cuando una médium intentó contactarse públicamente con el espíritu de su madre. Cuando la médium declaró abiertamente el "mensaje del más allá" que había recibido Harry Houdini publicó una respuesta irónica por la cual se asombraba de la capacidad de los muertos por aprender nuevas lenguas y adoptar nuevas creencias religiosas, ya que el mensaje era precedido por una cruz católica y estaba escrito en inglés, mientras que su madre, Cecilia Steiner, era una severa judía que solo hablaba una combinación volátil de húngaro, yidis y alemáns.

Este asalto contra la memoria de su madre arrojó a Harry Houdini a la caza de espiritistas. No se trató en modo alguno de una caza de brujas. Sus armas fueron la lógica, la razón, y la capacidad de demostrar prácticamente que todos los fenómenos paranormales eran en definitiva un fraude.

El escrutinio de un mago de semejante calibre fue implacable con los espiritistas. En ocasiones, Harry Houdini incluso debía disfrazarse para asistir a reuniones espiritistas y así denunciar a sus organizadores. Sus conocimientos técnicos sobre ilusionismo lo volvieron una verdadera pesadilla para quienes lucraban con este medio. Su guerra fue incluso más allá de la mera exposición de fraudes. Harry Houdini escribió artículos incendiarios en la revista Scientific American, donde denostaba al espiritismo y sus practicantes, dejando en ridículo a muchas personas poderosas que creían en estos asuntos.

Finalmente, Harry Houdini ofreció un premio a cualquiera que pudiese demostrar científicamente sus proezas sobrenaturales. El premio jamás se entregó, pues nadie logró sobrepasar el ojo clínico del ilusionista.

Uno de los enemigos más feroces de Harry Houdini fue un antiguo y entrañable amigo, Arthur Conan Doyle. Sus creencias los enfrentaron de un modo irreversible. Doyle creía fervientemente en el mundo espiritual y su manifestación en el mundo material, mientras que Harry Houdini ni siquiera le permitía ese lujo a los amigos. Arthur Conan Doyle, lejos de sentirse ofendido, al menos al principio, creía secretamente que esto era un acto de soberbia del mago, y que éste realmente poseía poderes paranormales, y no técnicas y trucos propios del ilusionismo. Entre otras cosas, estaba convencido que Harry Houdini era capaz de desmaterializarse a placer, uno de sus trucos más aclamados, y que sus "poderes" eran genuinos y no producto del arte.

A pesar de las numerosas pruebas en contra del espiritismo Harry Houdini nunca logró convertir a los crédulos. En definitiva -creyó- la única forma de confirmar o refutar el mundo espiritual es probarlo con la muerte de un escéptico.

Antes de morir Harry Houdini temía que su fallecimiento se vuelva un campo fértil para los espiritistas, o peor aún, que estos mancillasen su figura asegurando apariciones fantasmales y presencias en sesiones espiritistas de distinta índole. De modo que diseñó su último golpe, un golpe definitivo. Creó un código secreto, el Código Houdini, que solo compartió con su esposa y que consistía en apenas diez palabras secretas. Si luego de morir algún médium aseguraba que se había contactado con su espíritu la única forma de confirmarlo sería que conociese aquellas diez palabras. De esta forma, Bess, su esposa, podría tener la certeza de que la comunicación era genuina, y al mismo tiempo confirmar la realidad del mundo espiritual.

De más está decir que este experimento ya era conocido antes de la muerte de Harry Houdini, y que muchos esperaban su deceso para arriesgar la combinación precisa.

Tras la muerte de Harry Houdini en 1926 muchos espiritistas aseguraron haberse contactado con su espíritu. Uno de ellos, Arthur Ford, un reconocido médium, publicó conversaciones enteras con el alma hipotética de Harry Houdini aunque jamás pronunció las diez palabras secretas, y si otras producto del espionaje que efectuó sobre Bess.

Bess, por su parte, continuó el experimento durante una década. Durante diez años organizó sesiones regulares con distintos médiums para contactarse con su esposo y recibir la confirmación del Código, siempre sin éxito. En 1936 Bess apagó la última vela que mantenía encendida junto a una fotografía de Harry Houdini y, según algunos testigos, dijo:

"Diez años son suficientes para esperar por cualquier hombre".

(Ten years is long enough to wait for any man)

Desde aquella última sesión organizada por Bess, la antorcha pasó a manos de Sidney Hollir Radner y luego a muchos otros, convirtiéndose en una sesión espiritista que se realiza todas las noche del 31 de octubre, noche de Halloween, incluso hasta nuestros días, llamada The Official Houdini Séance (La sesión oficial de Houdini), por la cual año tras año se espera la demorada aparición del ilusionista.

Para algunos el Código Houdini consta de diez palabras extraídas de una carta de Arthur Conan Doyle, casi a modo de homenaje. Sin embargo, el Código resultó ser mucho más sencillo: apenas dos palabras que evocan el momento en el que se enamoró de su esposa mientras ella cantaba una canción para él, aunque otros señalan que se trata de una línea de diálogo de una obra de teatro en la que Bess actuaba. Sea cual sea el origen de la frase del Código Houdini siempre estuvo inscripto en un anillo que el ilusionista le regaló a su esposa:

"Rosabelle cree..."


-El Cortijo de los Asombros

Uno de los lugares donde se concitan más fenómenos extraños es el llamado “Cortijo de los asombros”. Situado en la región Subbética, Priego de Córdoba es uno de los pueblos incluidos en las leyendas del llamado “Círculo Mágico” de Andalucía. El famoso “Cortijo de los Asombros”, derruido en el año 2010, ha sido localizado por algunos investigadores de los fenómenos paranormales en el llamado “Triángulo de la muerte”, sus vértices estarían situados entre Iznajar, Valdepeñas de Jaén y Alcaudete.

Construido hacia el año 1900, las primeras manifestaciones constatadas empezaron a registrarse al final de la Guerra Civil española (1939). Durante la contienda, parece ser que sirvió de refugio. No obstante, con anterioridad ya se relataban sucesos extraños en sus alrededores. El nombre se lo dieron los habitantes de la región, haciendo alusión a las numerosas historias de “aparecidos” (“asombros” en el lenguaje popular) que tenía lugar en ese sitio.

Sus constructores y primeros habitantes murieron, según cuentan, ahorcados en las ramas de los árboles que había en la entrada del mismo. Un cortijo que, entre muchos otros misterios, contaba con la presencia de un martinico, un duende, espanto que se dedicaba a asustar a las parejas de novios y que fue, según todas las creencias, el inductor del suicidio de los habitantes de la casa. Así lo narra el testimonio de la criada de una familia muy famosa y adinerada de Priego que, mientras hacía las tareas del hogar, allá por los años 70, escuchó ruidos en una habitación. Al abrir la puerta pudo ver a una especie de niño o niña que jugaba y que desapareció bajo la cama.

También se describieron fantasmas infantiles de niñas jugando y se han podido recoger algunas psicofonías.

Desde muy antiguo, los ahorcamientos en los árboles próximos a su entorno fue notable. Considerado un lugar que atraía especialmente a los suicidas, siempre llamó la atención por las frecuentes nieblas y la ausencia de pájaros en sus alrededores. La explicación racional que se daba a esa anomalía estaba fundamentada en las inquietas fuerzas telúricas (aguas subterráneas) que existen en las proximidades del cortijo. Sin embargo, y a pesar de ir preparados para asumir ese tipo de fenómenos naturales, los últimos propietarios renunciaron a su adquisición, ya que llegaron a experimentar en varias ocasiones poltergeist como los relacionados con las casas encantadas: cortinas que se mueven sin aire que las impulse, puertas que se abren y cierran solas o cuadros que se caen sin causa aparente.

Dentro de la chimenea, que estaba construida con forma de hoja de lis, se encontraron numerosas hojas de puntas de flecha y hachas del neolítico. Éstas eran llamadas “las piedras del rayo” y se creía que caían con las tormentas para proteger a la gente de los malos espíritus. Sobre el año 1945, la casa fue adquirida por una familia de Priego, quien desconocía la historia que encerraba. Se instalaron en ella y, al poco, los fenómenos volvieron a suceder. Las ventanas repiqueteaban constantemente, el trigo y el grano aparecían esparcidos por doquier, una mano invisible abría la puerta del establo donde guardaban el ganado y ‘algo’ les hacía salir huyendo.

Ante tales hechos se requirió la presencia de un sacerdote de Priego para que realizara un exorcismo en la casa, pero éste no tuvo éxito alguno al contrario parece ser que los fenómenos cobraron mayor intensidad y los miembros de la familia no tuvieron otra opción que abandonar la vivienda y volver a Priego. La señora de la casa contaba que, ‘estábamos cargando todo en el carro para irnos cuando se me olvidó el candil. Cuando fui a por él vi que no estaba en su sitio y escuché clarísimamente una voz, como de niña, que decía ¡no, el candil ya me lo llevo yo!’, como dando a entender que el martinico se iba también con ellos”.

En sus alrededores, voces extrañas en días sin viento, figuras translúcidas de vecinos fallecidos, proyecciones en las sombras de las paredes de luces circulares, con intensidad inaudita y movimientos insistentes. Los campesinos evitan pasar por aquellos parajes, ya que lo han considerado siempre un lugar habitado por las almas torturadas de los que allí fallecieron.

Dentro del cortijo, son muchos los testigos que han afirmado haber escuchado ruidos de gentes, llantos de niños, voces llamando a sus familiares, teniendo la certeza de que nadie había en su interior. La temperatura, dentro de la casa era de 3.5º, según algunas investigaciones parapsicológicas. Se afirma que durante la grabación de algunas psicofonías, los grados del termómetro llegaron a bajar hasta 5º, apenas en unos segundos.


-Proyecto Abigail

14 de julio de 2004, es la fecha en la cual el Gobierno de los Estados Unidos de América decidió sacar a la luz la existencia de la muy conocida Área 51, desde su revelación, miles y miles de teorías empezaron a hacerse entorno a esta. Aún hoy en día siguen surgiendo cada vez más y más, siendo muy probable que sigan generándose por un buen tiempo.

El área 51 es considerado el más grande lugar de teorías conspirativas de todo el mundo. Muchos darían lo que fuera por tan sólo poder adentrarse un poco y saber qué es lo que en realidad oculta, pero hoy no te vengo a hablar de la historia de este sitio y/o de su estructura, hoy vengo a hablar de uno de los tantos experimentos que se hizo allí dentro, considerado, el experimento humano más extremo de toda la historia, te vengo a presentar: El Proyecto Abigail. Esta historia fue revelada por un encargado de limpieza del lugar en cuestión, el cual accedió ya que se le dio una cantidad de dinero extraordinaria por parte de un grupo de investigadores.

Esta historia comienza en 1945, época en la que el Área 51 operaba bajo el nombre de Campo Auxiliar De La Fuerza Aérea De Indian Springs. La segunda guerra mundial acababa de terminar con una victoria de Estados Unidos gracias a la ayuda que recibió de otros países, de no haberla recibido lo más probable es que el ejército nazi hubiera arrasado con los americanos. Según cuenta este hombre, en cuanto acabó esta guerra en el área 51 se empezó a discutir mucho sobre qué uso se le daría a la base puesto que, está en un principio se usó para guardar armas y el mejor equipamiento militar del país, después de mucho se decidió que seguiría en uso militar, pero también se le daría uno científico pues llegaron a la conclusión de que los nazis eran tan poderosos gracias a su constante experimentación con el cuerpo humano.

Teniendo esto en mente decidieron que ellos también deberían seguir estos pasos si mantenerse como una potencia mundial, fue así como uno de los científicos más importantes del lugar, conocido como Albert Wester, decidió iniciar un proyecto en el cual quería crear algo muy similar al Capitán América, por desgracia nadie estaba dispuesto a ser tratado como una rata de laboratorio y recibir en su cuerpo experimentos con el fin de que Albert cumpliera su sueño, adicional a esto, la persona a la que se iban a realizar los experimentos debería ser de absoluta confianza para Albert y en general para todo el área 51, ya que no querían que sus experimentos, de tener resultados positivos, pudieran caer en manos enemigas.

Después de mucho pensar Albert tomó una decisión muy dura. La persona indicada para recibir aquel experimento era su propia hija; Abigail Wester, una joven Universitaria la cual se estaba adentrando cada vez más en temas del área y así se hizo. La chica empezó a recibir todo tipo experimentos en su cuerpo, los cuales después de un tiempo, empezaron a tener efectos que Albert pudo notar. La apariencia de Abigail Estaba cambiando de una forma muy drástica, su piel empezaba arrugarse, los dientes le estaban creciendo de una manera descomunal y cada vez tenía menos razonamiento.

Varios colegas del científico le pedían encarecidamente que detuviera el proyecto Abigail, pero este no estaba dispuesto a llevar este experimento hasta sus últimos resultados y no porque odiaba a su hija, de hecho, era lo más preciado para él, solo que era consciente qué sin el proyecto, la joven moriría de una forma completamente inminente puesto que su cuerpo ahora dependía de todos los medicamentos que se le daban.

Otros miembros del Área 51, los cocineros, dijeron en sus entrevistas que preparaban platos enormes y los llevaban a una gran jaula, y que estos nunca supieron con certeza que había dentro de esta, pero lo que sí afirmaban con un poco de miedo es que lo que se encontraba allí era un monstruo. También decían que en varias ocasiones lograron ver a su jefe enfrente de la jaula, llorando o hablando con esta criatura.

Abigail perdió la razón y parecía algún animal salvaje.

Después de un tiempo todo fracasó, Albert se había dado cuenta del error que había cometido, Abigail ya no era la misma niña que había entrado en un principio, ahora era simplemente un monstruo el cual buscaba subsistir. Con esto en mente el hombre que ideó este fatídico proyecto se suicidó 2 años después de haberlo iniciado, no sin antes dejar una carta en la cual comunicaba a sus colegas que intentaran regresar a su hija a la normalidad o que por lo menos no la asesinaran. Con Albert fuera del camino, el ejército estadounidense no estaba dispuesto a gastar más presupuesto con el fin de devolverla a la normalidad, aunque si cumplieron la otra promesa la cual era dejarla con vida, ellos no la iban a matar de una forma directa, decidieron que el hambre fuera la encargada de asesinar a este monstruo.

Se dejó de hacer comida para Abigail, como resultado la primera noche muchos miembros del Área 51 aseguraron que se escuchaban aullidos y fuertes rasguños. En un momento se encendieron las alarmas, pero al ir a revisar qué pasaba y para su sorpresa el monstruo ya no se encontraba en la celda. Un rato después se encontraron muertos a dos guardias la criatura se había escapado hambrienta.

Inmediatamente se puso en progreso la idea de cerrar el área donde se encontraba la abominación con los materiales más fuertes del mundo. Al día de hoy han pasado 70 años de la realización del proyecto Abigail, aún pasado este tiempo muchos dicen que en el ala oeste del área 51 se logran escuchar rasguños. Una de las preguntas más grandes es como la joven convertida en un monstruo ha podido sobrevivir tanto tiempo.

A día de hoy se cree que Abigail es uno de los motivos por el cual el área 51 es tan resguardada puesto que no quieren que algún explorador pueda tener algún encuentro con ella y así terminar en consecuencias fatídicas.


-El Exorcismo de Almansa


1973, el mundo del cine sufre una revolución con el estreno de la película El Exorcista, filme que cambió el género de terror para siempre y puso de moda una de las actividades más misteriosas realizadas por la Iglesia Católica: El exorcismo. La genial cinta dirigida por William Friedkin, creó una psicosis mundial que tuvo en ocasiones nefastas consecuencias. En la madrugada del martes 18 de septiembre de 1990, en Almansa (Albacete), Rosa Gonzálvez Fito, con ayuda de María de los Ángeles Rodríguez Espinilla y Mercedes Rodríguez Espinilla, arrancaba las entrañas del vientre de su propia hija a través de su vagina al creerla preñada por el Diablo. Esa fatídica noche, acontecía uno de los episodios más aberrantes y horribles de la memoria negra española.

Durante gran parte de nuestra historia, hemos vivido a la sombra de la superstición, la magia y el miedo. Hemos creído en dragones, monstruos y en la misma presencia del Príncipe de las Tinieblas, el demonio, el Diablo. Para la humanidad ha sido un auténtico logro haber dejado eso atrás y poder adentrarnos en el mundo de la sensatez, la razón y la ciencia. Sin embargo, en el fondo seguimos siendo humanos, y aún quedan personas capaces de creer en estas cosas, incluso madres capaces de destripar a su hija con las manos, obsesionadas con que en su seno esta el Demonio. En el artículo de hoy vamos a adentrarnos en uno de los casos más horribles y dantescos de la historia de España: El exorcismo de Almansa.

Hoy Rosa Fernández Gonzálvez debería ser una mujer de 31 años, sonriente y feliz, pero sólo es una página negra, la más negra, del fanatismo homicida por causas esotéricas…

Resulta difícil imaginar un crimen más brutal, inútil y absurdo. Esta inocente criatura de 11 años fue asesinada de la forma más brutal y salvaje que podamos imaginar por su propia madre. Rosa Fernández Gonzálvez, 11 años de edad. Una niña pequeña, llena de esperanzas en el futuro. Un día, algo muy normal ocurrió: le bajo su primera menstruación. Al principio todo marchaba bien, nada de qué preocuparse, hasta que la niña tuvo una pequeña falta. Como ya sabrán las lectoras de este blog, irregularidades como esa son algo corriente en las primeras menstruaciones, sin embargo este suceso no tardó en llamar la atención de la madre de Rosa.

Rosa Gonzálvez lleva una temporada obsesionada con la presencia del Demonio. Lo siente cerca, a su alrededor, acechando. Su mente, retorcida por la locura, acaba llegando a la conclusión de que esa presencia emana del vientre de su hija y decide mantenerla vigilada. Sin embargo, la obsesión le consume hasta el punto de no poder seguir observando y decide tomar cartas en el asunto: su hija ha quedado embarazada por el Maligno y es su deber matar a la aberración que reside dentro de la pequeña Rosa.

La prensa, como siempre, confundió el tocino con la velocidad exprimiendo titulares como “Crímen satánico en Almansa”. Muy al contrario, el terrible asesinato de Rosa no se produjo en un ritual satánico, sino en nombre de Dios. Los hechos se produjeron con todo su dramatismo en la madrugada del martes 18 de septiembre de 1990, en el pueblo albaceteño de Almansa. Almansa es un pueblo rico en curanderos y espiritistas. Docenas de consultorios espiritistas que profesan gran fervor a la imagen de Santa Lucía atiborran el pueblo.

En una conversación con el Excmo. Alcalde de Almansa recuerdo que me manifestaba su molestia ante la invasión esotérica, porque todo el mundo sabe que lo importante de Almansa es su industria del calzado. Rosa Gonzálvez Fito, nacida el 5 de enero de 1954, era una de las más prestigiosas sanadoras espiritistas de Almansa. Iniciada en el espiritismo por Enrique “El de Villena” *, un ex-empleado de una fábrica de zapatos que dejó su trabajo para dedicarse a la curación, Rosa Gonzálvez, “Hermana de la luz”, “miradora” o “sanadora”, atendía diariamente a multitud de enfermos. Su especialidad, la imposición de manos. Los ingresos de esta curandera eran tan sustanciosos que su marido, Jesús Fernández Pina, nacido el 24 de junio de 1947, pudo permitirse el abandonar su trabajo de zapatero para hacer de secretario de su mujer. La triste protagonista de esta historia fue Rosa Fernández Gonzálvez, única hija del matrimonio, nacida en Albacete el 22 de abril de 1979.

El periodista del diario La Tribuna de Almansa, Luis Bonete, realizó un meticuloso seguimiento del caso desde el primer momento. A él se deben las imágenes televisadas en todos los canales, así como las fotografías tomadas durante la detención de las implicadas en este absurdo infanticidio. A su profundísima investigación se deben muchos de los datos desconocidos por el gran público sobre este patético caso. Los dramáticos sucesos que desencadenaron la tragedia del 18 de septiembre comenzaron en realidad tres días antes, el sábado 15 de septiembre, cuando R. Gonzálvez, María de los Ángeles Rodríguez Espinilla y su hermana Mercedes salen juntas a cenar. Mercedes había llegado dos días antes a Almansa, procedente de Valladolid, con la intención de pasar unos días con su hermana.

Al día siguiente, a eso de las 15:30, Rosa Gonzálvez telefoneaba a María de los Ángeles, que se traslada inmediatamente a casa de la curandera. Durante toda la tarde intenta exorcizar del cuerpo de María de los Ángeles el espíritu de su marido, Martín, que supuestamente la poseía y “le estaba haciendo mucho daño”. Además de hacerlo con ella, también intentaba exorcizar a los hijos de su amiga quienes, supuestamente, portaban el mal.

Para ello, les metía los dedos en la boca, produciéndoles grandes arcadas para que “echaran el pato que tenían dentro”. Sobre las 23:00, Martín, esposo de María de los Ángeles, se presentaba en casa de Rosa con la intención de llevarse a su familia. Consigue llevarse a sus hijos, pero no a su mujer. Al día siguiente, lunes 17, volvió a casa de la curandera para intentar llevarse a su esposa. En la mañana del lunes se encuentran reunidos en el número 89 de la calle de La Rosa, en Almansa, Rosa Gonzálvez, su marido, María de los Ángeles, su hermana Mercedes, Josefa y Ana María Gonzálvez, cuñada y hermana de la curandera a quien Jesús Fernández había llamado al encontrar a su esposa como loca. Todo el grupo se traslada al dormitorio del matrimonio, donde se inician una serie de ritos extraños con objeto de expulsar a los espíritus. La violencia histérica de la curandera se entremezcla con advocaciones religiosas, rituales mágicos, imágenes de Santa Lucía, etc. Tras una agotadora sesión, a media tarde María Ángeles y Rosa parecen calmarse. María Ángeles asegura que la curandera le ha salvado la vida, a lo que ésta responde: “Yo no soy Rosa, soy un extraterrestre de otro planeta…”.

Tras la sesión, Josefa, Ana Gonzálvez y Mercedes Rodríguez abandonan la casa, encerrándose María de los Ángeles y Rosa en el dormitorio del matrimonio. Pero casi a media noche, Mercedes vuelve a casa de la sanadora, y ahí se inicia la recta final de este drama. El periodista Luis Bonete reconstruye exactamente todo lo que ocurrió en la casa del matrimonio Fernández/ Gonzálvez aquella noche:

“En la madrugada del día 18, Jesús entra en el dormitorio y sorprende a su mujer totalmente desnuda, con las hermanas Rodríguez. Las tres estaban cubiertas de excrementos y bilis. Tiempo antes, se había desarrollado otro ataque de histeria exorcista en la habitación. A golpes, obligan a Jesús a que limpie la habitación y a que despierte a Rosi, hija del matrimonio, que ya estaba acostada en su habitación. El padre conduce a la pequeña a la habitación, donde es desnudada y metida en la cama. Pero poco tiempo podrá dormir la pequeña, ya que un rato después es despertada por su madre y obligada a tumbarse en el frío suelo. Lógicamente, la niña comienza a tiritar. En ese instante, dice Mercedes: “Si vais a quitar el mal, hacedlo ya, porque la niña no se encuentra bien”. Rosa, ebria de superstición, exclamó “¡Maldita sea! El mal está dentro de ti”.

La curandera y María de los Ángeles atacaron a Mercedes dándole patadas en la vagina y metiéndole los dedos en la boca hasta hacerla sangrar. Al ver la sangre, la curandera interpretó que el mal ya había salido, dirigiéndose entonces hacia su hija, y comenzando a golpearla, asegurando que era ella ahora la poseída por el espíritu de Martín. Al escuchar los lloros de Rosi, su padre, que había sido expulsado de la habitación, entró nuevamente con la intención de rescatar a su hija… Ojalá lo hubiera hecho, porque aquella fue su última oportunidad de salvar la vida de la pequeña de la superstición homicida de las espiritistas. Las tres mujeres atacaron con feroz violencia a Jesús, que nuevamente fue expulsado del dormitorio, saliendo además de la casa en busca de ayuda.

Ese momento es aprovechado por las tres mujeres, que se trasladan con Rosi al dormitorio de la pequeña. Tras atrancar la puerta con una de las camas y la cómoda del dormitorio, acuestan a la pequeña en la cama restante, reiniciando sus rezos, jaculatorias y exorcismos. A las 6:00, regresa Jesús con Ana María, hermana de la sanadora, pero no pueden entrar en el dormitorio, quedándose al lado de la puerta hasta las 9:00. 

Dentro de la habitación, Rosa y las hermanas Rodríguez destrozan todos los muebles, se revuelcan por el suelo, gritan, caminan descalzas sobre clavos y cristales, se orinan… el espectáculo debío ser estremecedor para la niña, que, aterrada, vivía los últimos instantes de su corta existencia. Mientras, en su locura exorcista, Rosa echaba colonia encima de María de los Ángeles. Esta tuvo la fatal ocurrencia de decir que notaba que le venía el mal “por abajo”; que estaba entrándole un “aborto del Diablo”. En ese momento, la curandera colocó una toalla en la vagina de Ángeles y comenzó a golpearla en el vientre.

Al retirar la toalla llena de sangre, encontraron la prueba que necesitaban para confirmar sus sospechas sobre el “aborto del Diablo”. Posteriormente, se averiguó que ésta tenía la menstruación ese día… Ante ese hecho, Rosa se vuelve hacia su hija y le dice: “Estas embarazada por el Diablo”. Era el principio del fin de este drama. Las tres enajenadas se precipitan sobre la niña y, mientras las dos hermanas la sujetan, Rosa le abre las piernas y le introduce sus manos en la vagina. Primero un dedo, luego dos; por fin, toda la mano de la curandera se introduce en la pequeña cavidad, rasgando la carne infantil a su paso. Rosi grita, patalea, se revuelve destrozada por el dolor, pero su madre no se detiene.

La vagina está desgarrada; ya son dos manos las que arrasan el interior de la niña. Minutos de dolor indescriptible. La curandera arranca los ovarios, los intestinos, la vagina…”Gloria al Espíritu Santo, gloria a Jesús, ¡Sal cabrón!” increpaba la sanadora mientras hurgaba con las uñas en las vísceras de su hija. En el nombre de Cristo, la curandera destrozaba, desgarraba, destruía, devastaba las entrañas de su hija con las manos. Durante unos minutos interminables, Rosi, con sólo 11 años, sufrió lo que ninguna narración puede describir.

Por fin, la masiva pérdida de sangre produjo un piadoso shock a la pequeña que le provocó la muerte, cesando así su inenarrable tormento. Aun después de muerta, y ya con mayor facilidad, Rosa continuó arrancando las vísceras de su hija por la vagina. Y cuando se sintió cansada cambió la posición con María de los Ángeles que continuó con su tarea mientras exclamaba a cada “demonio” extirpado: “Otro, otro, ¡Esto no se acaba nunca!”.A las 9:00h. de la mañana consiguieron entrar Jesús y su cuñada en la habitación. El espectáculo era dantesco. El padre salió disparado en busca de ayuda, y desde la casa de un vecino, llamó a la policía. Ana Gonzálvez se quedó en el dormitorio. Las tres mujeres se precipitaron contra ella. “Tú eres la clave; necesitamos tus ojos para que la niña reviva”.

La curandera y sus ayudantes propinaron una brutal paliza a la mujer que estuvo a punto de perder los ojos en el ataque, el cual le produciría una contusión retiniana en ambos. Cuando comenzaron a ser conscientes de la monstruosidad que habían hecho, Rosa y Ángeles intentaron darse a la fuga, siendo detenidas por la policía: Rosa, en un bar cercano, y María de los Ángeles, en un vehículo particular que asaltó en la huida. Mercedes fue detenida en el mismo lugar de la masacre.”

Cuando en febrero de 1992 la Audiencia Provincial de Albacete dictó sentencia contra las acusadas, las tres mujeres fueron absueltas. Rosa y María de los Ángeles fueron ingresadas en un psiquiátrico, liberadas de la acusación de asesinato por la eximente de trastorno mental transitorio.

Mercedes fue absuelta “por no haber participado activamente en los hechos”. Un absurdo que no merece la pena. A la hora de redactar estas líneas tengo ante mí, sobre la mesa del despacho, las fotos tomadas por Luis Bonete minutos antes de la detención de las asesinas de Rosi. Veo en estas imágenes la habitación revuelta, las estampas de la Virgen y de santos. 

En una de las fotos, se ven los intestinos de la niña amontonados en un rincón de la habitación, el suelo manchado de sangre… el cadáver de Rosi, el rostro de la niña, con el ojo izquierdo entreabierto y la tez pálida como el papel, que murió de una forma tan brutal a causa de la ignorancia, la superstición y las creencias religiosas y esotéricas mal llevadas y peor entendidas. Y lo peor de todo es que soy consciente de que estos dramáticos casos no han cesado. ¿Quién será el próximo?

Poco después de que usted, lector, concluya la lectura de este artículo, en algún lugar del mundo algún ser humano encontrará la muerte de la forma más brutal a causa de la superstición esotérica, de una ignorancia hecha misterio. Y cuando los titulares nos recuerden casos precedentes, volveremos a pensar en Encarnación, en Rosa…, y yo me pregunto ¿de verdad vale la pena este absurdo? A nosotros nos tocará encontrar la mejor forma de combatir esa brutal ignorancia esotérica que pudo llevar a una madre a arrancar las vísceras de su propia hija en el nombre de Cristo, los extraterrestres o los “Hermanos de la Luz”…

Este caso es tristemente uno de los más conocidos de España, y razones no faltan. Resulta espeluznante que una madre sea capaz de hacerle eso a su propia hija y lo que es peor aún, con la más firme convicción de que hacían lo mejor para ella. Posteriormente, cuando fueron interrogadas, la madre afirmó que en ningún momento pretendieron asesinar a la niña, y que una vez extirpadas las vísceras podrían ser colocadas de nuevo y así devolver a Rosa a la vida.

El juez tomó la decisión de absolver por completo a Mercedes, al considerar que no participó directamente en el exorcismo, e internar a Rosa y a María de los Ángeles en un centro psiquiátrico. En los oídos de los asistentes al juicio quedó grabada la sentencia del juez, que terminó diciendo:

“Por un lado deseo que el internamiento sirva para que Rosa se recupere, pero por otro lado deseo que nunca lo haga, para que asi no se de cuenta de lo que ha hecho”. 


-"Die Glocke" La campana Nazi

Die Glocke (La campana, en alemán) es un supuesto proyecto ultra secreto nazi, realizado durante la fase final de la Segunda Guerra Mundial, el momento que aprovecharon muchos científicos e ingenieros para presentar planos de cohetes, aviones a reacción y tanques de proporciones monstruosas que le hubieran dado un giro al curso de la guerra, conocidos como Wunderwaffen o armas maravillosas.

Lo que hace especial a la campana es el misterio que la rodea en torno a su supuesta existencia, así como el fin que tenía, el cual sigue siendo un misterio.

La campana fue creada en las últimas etapas de la segunda guerra mundial (1943-1945), en la locación secreta nazi conocida como Der Riese, o el gigante, una base experimental ultra secreta ubicada entre las montañas Owl y el castillo Ksiaz. Esta base constaba de 7 laboratorios, cubiertos bajo las montañas. La base fue construida por trabajadores forzados (soviéticos y polacos), vigilados por hombres de la Shutzstafell (SS).

La campana estaba hecha de un metal especialmente pesado y estaba encadenada al suelo.

Medía 5 metros de alto, por 3 de diámetro. En su parte frontal llevaba el símbolo nazi, tenía 2 cilindros giratorios que contenían una sustancia parecida al mercurio, llamada xerum 525. Se dice también que este líquido era extremadamente radioactivo, y muchos de los científicos que trabajaban en la campana mientras esta estaba encendida, murieron de cáncer. Cuando giraba en sentido contrario, desprendía un brillo de color violeta.

El exterior del artefacto estaba forrado con un material de cerámica; curiosamente los transbordadores espaciales de la NASA, como el Colombia, estaban envueltos en su capa más superficial por un revestimiento de losetas de cerámicas, que hacen la función de un aislante térmico.

Los planos originales de la campana se perdieron, luego de que gran parte de Der Riese fuese destruida por los aliados en 1945, luego de su descubrimiento.

¿Pero qué era la campana nazi? ¿Y para qué servía?

Cuando se ponía en funcionamiento la Campana y los 2 cilindros rotatorios giraban contrariamente y el objeto se eleva, pudiendo desplazarse, el artefacto despedía unas radiaciones que llegaron a afectar a los científicos del proyecto.

Era el primer prototipo de motor contra la gravedad y abrió un camino nuevo en el camino de la física y la tecnología. De este modo este ingenio técnico podía servir como el sistema de propulsión que necesitaban los ovnis nazis que se estaban desarrollando en las ultimas fases de la guerra.

El proyecto ultra secreto de la Campana nazi estaba al mando del general de la SS Hans Kammler, un ingeniero científico que estaba involucrado en el desarrollo de los misiles V-2, aviones a reacción, alas volantes, ovnis nazis y construcciones subterráneas, entre otros proyectos.

El general de las SS Hans Kammler

Lo cierto es que al final de la guerra nunca se supo del general Kammler ni de la Campana nazi. Algunas teorías dicen que la Campana fue trasladada en un avión de carga, haciendo escala en Barcelona, España, hacia el cono sur americano entre Chile y Argentina, o incluso a la zona de la Atlántida.

Sin embargo, lo más sorprendente de la Campana nazi era que este proyecto secreto había sido desarrollado con los nombres de Kronos (tiempo) y Lanterntrager (portador de luz), figurando en los documentos secretos extrañas referencias a una Puerta del Tiempo.

Parece que el verdadero secreto de la Campana nazi es que podía ser una máquina del tiempo, que para funcionar necesitaba activar su sistema de propulsores giratorios y realizar al mismo tiempo pequeños desplazamientos aéreos. Y es que, efectivamente, una máquina del tiempo podía ser una gran arma efectiva, el arma definitiva, para cambiar el curso de la guerra.

Cuando el Ejército soviético estaba llegando a la aldea de Ludwigsdorf, hoy llamada Ludwikowice, el oficial de las Waffen SS, Karl Sporrenberg, por orden directa de Hitler, llevó a cabo la ejecución de 62 científicos nazis que trabajaban en el proyecto Die Glocke; hechos por los cuales fue juzgado posteriormente en los tribunales como criminal de guerra. Según Sporrenberg, el prototipo secreto habría sido trasladado a una zona de seguridad en Noruega.

El 9 de diciembre de 1965, un objeto volador desconocido, con forma de bellota o de campana, se estrelló en las proximidades de la localidad estadounidense de Kecksburg, en Pensilvania. Este suceso fue conocido en el estudio de la Ufología como el caso de Kecksburg. El artefacto tenía inscripciones extrañas, al igual que la campana nazi, y fue recuperado rápidamente por las fuerzas militares. Muchos testigos vieron el extraño suceso.

Todo hace pensar que el ovni de Kecksburg era el resultado del desarrollo del proyecto de la campana nazi. De hecho, la hipótesis más probable de todas es que tanto Hans Kammler como la Campana nazi acabaron en las bases secretas del gobierno estadounidense, protegidos con el máximo secreto, dentro de la "Operación Paperclip".


-La Misteriosa desaparición de Oliver Thomas

Esta historia sucedió en 1909. En el pequeño pueblo de Gales en Reino Unido, la familia Thomas, una familia de granjeros de clase baja, se preparaba para realizar una cena entre vecinos y amigos para celebrar la nochebuena el 24 de diciembre. El padre de familia y anfitrión de la fiesta, Owen Thomas, empezó a avisar a todos sus amigos y vecinos sobre la gran fiesta en su humilde casa.

El día de la ansiada y esperada fiesta había llegado, todo era felicidad y alegría, incluso el clima parecía que quería unirse a la celebración, porque acababa de nevar y habían salido las primeras estrellas, dejando el paisaje como una postal navideña.

La cena comenzó de manera perfecta: el guiso de la señora Thomas parecía irresistible, los niños esperaban los regalos jugando mientras los mayores conversaban. Owen Thomas, el dueño de casa, había invitado al comisario, al veterinario y al pastor de la aldea para celebrar. Todos acompañados por sus familias, formando en total quince personas.

La fiesta se desarrollaba normalmente hasta que la madre de Oliver Thomas se dio cuenta de que se estaba terminando el agua. A unos metros de distancia de su casa tenían un pozo y debía ir a buscar un poco de agua. Por lo que le pidió a su hijo Oliver Thomas que fuese a buscarla, una decisión que la pobre mujer lamentaría el resto de su vida.

Oliver era solo un niño de 11 años, muy vivaz y servicial al que no le importaba dejar un rato el cálido ambiente para buscar algo de agua. Él había ido a recoger agua al pozo millones de veces, así que no era nada nuevo.

Se puso unos guantes, unas botas y fue con una bufanda que amorosamente le había colocado su madre. A los pocos segundos de salir se escucharon gritos del pequeño, de sorpresa, y luego fue seguido por una llamada de socorro.

"¡Auxilio, me llevan!", dicen que gritaba Oliver. De inmediato todos los presentes salieron al rescate del pequeño. Su padre recogió su fusil exclamando: “¡Un lobo!”. Todos salieron portando algunas armas y una linterna. Pero ya el pequeño no estaba, por lo que decidieron seguir su rastro por la nieve. Había pisadas que se interrumpían de la nada, como si hubiera desaparecido.

Durante unos segundos los atemorizó el desconcierto, pero al rato comenzaron a escuchar nuevamente a Oliver gritar por encima de ellos: "¡Socorro, me han cogido! ¡Auxilio!". Todos quedaron asombrados ya que miraban hacia el cielo, pero no veían nada. Ni una pista, ni un indicio que les dijera dónde se encontraba el pequeño y qué lo llevaba por el cielo. De inmediato le pidieron que les dijera dónde estaba, pero ya no se lo escuchó más claramente, sólo gritos desesperados.

Podían oír sus gritos de terror durante un minuto los familiares y los amigos. Mientras la voz del pequeño Oliver se fue diluyendo cada vez más como si subiera y estuviese cada vez más lejos. Algo incomprensible pasaba en aquella aldea, alguien había extraído a Oliver del piso y se lo había llevado volando.

Sin perder la esperanza aun después de que no se escuchara nada varios de los invitados y familiares continuaron buscando con la linterna alguna pista que los llevase a él. Pero solo pudieron verificar que las huellas del niño en la nieve eran normales, y se interrumpían rudamente a los 20 metros de la casa. A unos 2 metros de las últimas huellas del pequeño se encontraba el cubo, como si lo hubiese arrojado.

Al amanecer llegaron unos policías de Brecon, que registraron con detalle toda la casa, los alrededores y el pozo, al que bajaron. Pero no encontraron ninguna pista, nada que pudiese explicar qué le había pasado al pequeño y, sobre todo, dónde estaba. La única explicación que parecía plausible era que algo se lo había llevado volando. Pero, ¿qué ave hay en el país de Gales capaz de levantar el vuelo con un niño de 11 años entre sus garras? Ninguna, ni la mayor águila podría hacerlo.

Los aviones también quedan descartados, pues en 1909 la aviación todavía estaba poco desarrollada y, sobre todo, el ruido del motor sería claramente reconocible. Un silencioso planeador tampoco parece ser la solución, pues la ausencia de un sonido que le delatase no evitaría la posibilidad de maniobrar para capturar al niño y levantar el vuelo permaneciendo casi un minuto encima de la casa. Un globo habría sido difícil de maniobrar y, además, habría sido visto a la luz de las estrellas que brillaban en el firmamento.

El caso del pequeño Oliver, secuestrado por algo que bajó del cielo en la Nochebuena, quedó finalmente archivado como pendiente de solución. Es uno más de los que están a la espera de ser resueltos, algo en lo que casi un siglo después muy pocos confían. La gran cantidad de testigos, entre los que se encontraban personas de reconocida reputación, permite descartar que la extraña historia de la desaparición del niño fuese algún tipo de engaño, una mentira urdida para ocultar tal vez algún crimen.

La falta de una solución al misterio de la desaparición de Oliver Thomas no evitó que en los años siguientes los niños de aquella zona viviesen la víspera de la navidad con una mezcla de sentimientos contrapuestos.

Pero por las noches, sobre todo durante la víspera de la Navidad, los padres que pronunciaban estas tranquilizadoras palabras no perdían de vista a sus hijos en ningún momento. Sabían que si algo inexplicable se había dado cita una Nochebuena.Era una fiesta de alegría, con regalos para los pequeños, pero sabían que algo inexplicable se había llevado volando al pobre Oliver. Tal vez algo había bajado del cielo, pero en lugar de traerle regalos se lo había llevado para nunca volver a ser visto. “Santa Claus es bueno y trae regalos, pero, ¿existe algún ser malo que viene volando en la Nochebuena para llevarse a niños?”, preguntaban los pequeños de la zona a sus padres. “No, hijo –les respondían estos–, solo hay un anciano bondadoso que llega con regalos en un trineo tirado por renos mágicos.”

Una de las cosas que hace que esta historia tenga tanta fuerza, es que se dice que durante la guerra civil, se encontraron 3 terodáctilos, y hasta hicieron una imágenes de ellos.


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