Esta extraña criatura ha pertenecido a la historia de la ciudad estadounidense de Nueva Jersey desde sus inicios, acompañó a la región que era antes de ser pueblo, y lo siguió acompañando hasta que se convirtió en ciudad. Por más de 200 años fue una criatura diabólica que fue avistada por muchas personas, varias de ellas muy respetables en la sociedad como para pensar que pudo haber sido una mentira.
Dicha historia comienza en 1735, en una noche macabra y tormentosa en casa del matrimonio de Japhet y Deborah Leeds, misma que supuestamente era una bruja. Según la historia, la mujer había tenido para aquel entonces 12 hijos, y en cierto momento dijo que, de tener un solo hijo más, “ese niño sería el diablo”.
Y al parecer así fue, y es que a pesar de que durante mucho tiempo la historia solo era considerada una leyenda, tiempo después se encontraron los registros del matrimonio, incluso de sus 12 hijos. Pero lo que cuenta la historia va más allá, pues se contaba que finalmente había quedada embarazada de nuevo, pero en esta ocasión se afirmaba que Japhet no era el padre, sino el mismísimo Diablo.
Al principio el bebé parecía normal, pero al poco tiempo comenzó a cambiar, le aparecieron pezuñas, su cabeza se alargó como la de los caballos, en la espalda le salieron alas de murciélago y le salió una cola. Tan pronto los cambios se hicieron presentes, dejó de llorar y comenzó a gruñir y gritar. Y cierto día simplemente escapó por la chimenea y se escapó.
Y para 1740, los residentes se acercaron al ministro local para que le realizaran un exorcismo, y supuestamente lo llevaron a cabo y aseguraron que el ritual los protegería por un siglo. Y aunque los habitantes de la región se tranquilizaron, la bestia se siguió viendo con el pasar de los años, pero efectivamente fue después de los 100 años que la criatura volvió a presentarse muy frecuentemente.
Con el tiempo apareció la teoría de que solo se trataba de un grupo de salvajes o bandidos que atacaban y atemorizaban a la población por su violencia y sus vestimentas, que incluían pieles y partes de animales, y de ahí que se le asociara al demonio con distintas características de animales. Sin embargo, ahí es donde entran los múltiples avistamientos de la criatura.
Según los testimonios, el demonio era tan grande que podía llevarse volando a un perro grande sin problema alguno, vacas pequeñas e incluso niños. Y no solo los pobladores de ahí aseguraban coexistir con la bestia, pues incluso el mismísimo Joseph Bonaparte, hermano del mítico Napoleón, llegó a verlo y se cuenta que hasta intento darle caza por el río Delaware.
Las huellas del demonio de Jersey vienen a dar hasta 1909, año en que miles de personas dijeron haber avistado al demonio, y el miedo llega a ser tan fuerte que muchas escuelas cerraron y muchos habitantes se encerraban en sus casas por temor a que el demonio llegara y los atacara. Luego de eso, ya no se dieron avistamientos, pero se cree que el demonio pudo haber sucumbido ante la vida ajetreada de la ciudad.
Muy interesante historia, que nos muestra las leyendas antiguas, porque no se sabrás si fue verdad o no... Otros relatos interesantes son los objetos de contención :
ResponderEliminarhttps://seqcontainprotect.blogspot.com
Los espero con relatos interesantes de la fundación.