¿Has escuchado hablar sobre las Brujas de Praga? Algunos dicen identificarlas por su forma de vestir, otros por su cara y unos más hasta por la “vibra” que emanan cuando cruzan alguna mirada con una bruja.
¿Dónde comienza la leyenda?
Las brujas de Praga tienen un lugar especial entre los pobladores de esta entidad, ya que cada cada 30 de abril celebran la noche de San Felipe y de Santiago. Y cuenta la leyenda que las brujas celebran su sabbat en la cima de las montañas, en la cual se abre la tierra y ofrecen sus tesoros.
De hecho, los antiguos eslavos les tenían miedo y se protegían con un helecho o una hostia, y como para algunos esta protección no era suficiente, optaban por el ritual más poderoso que era prender una fogata y quemarlas hasta eliminarlas.
¿Mito o realidad de las Brujas de Praga?
La realidad es que la leyenda de las brujas de Praga se remonta a los siglos XVI y XVII con la Inquisición, particularmente en una ciudad llamada Velké Losiny. Se dice que entre 1678 y 1696 tuvo lugar aquí la mayor cacería de brujas. Todo comenzó porque una indigente de nombre Marina Schunová robó una hostia durante una misa porque tenía la creencia de que con esta podía curar a una vaca que no daba leche al ordeñarla.
La condesa Angelia de Galle (dueña del reino), al darse cuenta de este robo, llamó a Jindrîch Boblig –el máximo inquisidor de esa región– para que condenara a la mendiga, la cual torturó con aplasta pulgares y bota malaya hasta hacerla confesar que era bruja.
También había muchas víctimas de Boblig que decían volaban en escobas hacia las montañas, organizaban aquelarres, pisaban las hostias y fornicaban con el diablo. Por lo tanto, decidió quemar a muchos en una hoguera, incluyendo a la mendiga. Se dice que en esta cacería murieron más de 80 personas.
Sumperk, más cacería
También hubo otra ciudad llamada Sumperk en la que el inquisidor ejecutó atroces actos contra los ciudadanos. Persiguió incansablemente al cura Krystof Alois –una de las víctimas más famosas durante la caza–, ya que era un activista en contra de esta cacería y especialmente culpaba a Boblig.
Finalmente, éste último lo metió a prisión después de haberlo torturado hasta hacerlo confesar sobre su labor contra la caza de brujas y lo quemó en la ciudad de Mohelnice.
De aquí surge la noche de la quema de brujas en la República Checa y se dice que durante esta noche (30 abril a 1 mayo) vagan por todos lados. Los checos tienen la creencia de protegerse de ellas con una serie de amuletos (como las hojas de helecho), pero sobre todo con fogatas para quemarlas.
Esta idea pasó de generación en generación hasta convertirse en una festividad. Entonces este día, todo el país prende hogueras para quemar brujas de trapo y paja para demostrar que no les tienen miedo.
Las mujeres y niñas suelen bailar alrededor del fuego. Todos se visten con ropa obscura y vieja para simular a las temidas hechiceras. Algunos hombres brincan encima de la fogata para demostrar su valentía ante las brujas. La noche de San Felipe y de Santiago hoy en día se ha vuelto una velada que gusta a todos.
Así que ya sabes, que si vas a Praga o a República Checa en general puedes encontrarte con una que otra bruja en la calle. Lleva tu amuleto de helecho para protegerte.
Crédito foto principal: Joshua Newton en Unplash.
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