miércoles, marzo 30, 2016

Aokigahara, el bosque de los suicidios.


Algunas historias se remontan al Japón feudal, cuando las epidemias azotaban la región y las personas debían huir, dejando muchas veces a los niños y ancianos en este bosque para morir, por lo que los espíritus vagan dentro del lugar. Otros argumentan que el bosque está plagado de Yurei (fantasmas de la tradición popular japonesa) quienes regresan a la vida terrenal debido a la falta de una ceremonia funeraria adecuada o por cometer suicidio, con lo que persiguen a quienes se cruzan en su camino.

Pero realmente consiguió la fama de un lugar para suicidarse a raíz de la publicación de la novela “Nami no Tou” de Seicho Matsumoto, donde los protagonistas se suicidan aquí. Y sumado a esto, en 1993 llegaría “El completo manual del suicidio” de Wataru Tsurumi, donde recomienda Aokigahara como el lugar ideal para cometer suicidio.

Por supuesto que las leyendas siempre van a dar para crear producciones de ficción, pero lo que es una realidad, es que este lugar reporta casi 100 muertes al año y que Japón es uno de los países con una tasa de suicidio altísima. De acuerdo a cifras de la OMS, Japón tiene el tercer lugar en suicidios, por debajo de Corea del Sur y Hungría, en 2010 se reportaron 31 mil y por trece años consecutivos el país asiático ha sobrepasado la marca de los 30 mil decesos por esta causa. Los problemas económicos suelen ser la causa más común, pero el Hikikomori, un tipo de aislamiento social tan agudo que las personas no salen en absoluto de sus casas, ha comenzando a tomar muchas vidas.

Desde 1950 se han encontrado cadáveres en el bosque, en 2002 tan sólo fueron 78 y en 2003 se rompió el récord con 100 cuerpos. Para no alarmar a la población, el gobierno ha dejado de revelar todas las cifras de defunciones en el bosque y desde 1970 se realiza una búsqueda anual para recuperar los cuerpos.

Para evitar que la gente se suicide, a lo largo de los caminos existen diversos señalamientos donde se ponen teléfonos para líneas de ayuda o mensajes de apoyo para que regresen con sus seres queridos.


Personas que han visitado el bosque afirman que la vibra que se siente es muy extraña, sobretodo por la espesa vegetación, los caminos no oficiales, la escasa fauna silvestre, las cavernas heladas y la falta de civilización, por supuesto que lo hacen el lugar ideal para historias de terror, sobretodo si le suman “El completo manual del suicidio”, libro que ha sido encontrado junto a varios cuerpos.


En el documental “Suicide Forest in Japan” realizado por Vice, entrevistaron a una persona encargada de estudiar las erupciones volcánicas del Monte Fuji, por lo que se ha adentrado en el bosque en diversas ocasiones y ha encontrado más de 100 cuerpos en los últimos 20 años, tiendas de campaña abandonadas, mensajes de despedida clavados a los árboles y hasta algunos muñecos de broma, solo para asustar a la gente.

Lo que afirman los locatarios es que lo realmente peligroso de adentrarse en el bosque, fuera de los caminos oficiales, es que se pueden perder entre la flora y por falta de señalamientos pueden acabar en lugares peligrosos. Por eso es importante no alejarse de los caminos marcados.


Por supuesto que un bosque donde cientos de personas han muerto a lo largo de tantos años, produce un poco de temor y hace que la leyenda crezca. Y aunque muchos aseguran que es un lugar ideal para ir a visitar, hacer caminatas e ideal para el turismo, la fama de “El Bosque de los Suicidios” no pasará y quedará marcado por esta mística que lo envuelve.

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